Muchos visitantes llegan a General Villegas a confirmar esa idea previa que armaron sobre la ciudad a través de las obras de Manuel Puig. La intuyen, la conocen sin haberla visto y sienten el impulso de transitar los mismos recorridos que el escritor y habitar, aunque sea por un rato, cada espacio en el que estuvo.
El municipio diseñó un circuito cultural en homenaje al autor de “El beso de la mujer araña”, con ocho sitios claves en su vida que luego se transformaron en escenarios de sus novelas.
“Villegas es conocida mundialmente gracias a la obra de Puig”, afirmó Patricia Bargero, bibliotecaria y escritora de las memorias de Puig, quien además vive en una de las casas que él habitó.
Lectores fanáticos han arribado desde distintas provincias así como también desde Japón, Alemania, Estados Unidos, México e Italia. “Muchos turistas que vienen al país se hacen una escapada de 500 kilómetros desde la Capital Federal para conocer el lugar en el que vivió Puig, donde también se desarrollan las dos primeras novelas ‘Boquitas Pintadas’ y la ‘Traición de Rita Hayworth’ que pertenecen al ciclo Vallejos”, detalló Bargero.
Ambas transcurren en Coronel Vallejos, poblado ficticio que emula a General Villegas y “tiene la magia que le imprimen los protagonistas, sus tragedias, sus particulares voces, las políticamente correctas y el monólogo interior que revela las contradicciones”, reflexionó Susana Garat, presidenta de la Asociación “Te queremos tanto”.
“Una profesora de la Universidad de Lima, que asistió al recorrido, manifestó: ‘Para mí es como visitar Macondo´”, recordó.
“La genialidad de Manuel fue pintar a los personajes de sus novelas con tanta verosimilitud que muchos en el pueblo se sintieron identificados y molestos de ‘ser retratados´. Nos puso un espejo a través de sus obras y lo que vemos no nos gusta y lo negamos. El recorrido nos permite seguir buceando en ese reflejo”, sostuvo Garat quién lleva adelante “Puig en acción”, una propuesta que engloba talleres literarios y eventos artísticos en torno de la figura del autor.
Por su parte, Catriona Kirkwood, ex directora municipal de cultura, sostuvo que Puig fue un personaje controversial en la ciudad por generar un clima de amor-odio a su alrededor.
Habitando al escritor
El circuito urbano ofrece una combinación de los lugares mencionados en esas dos primeras obras, que también fueron fundamentales en su vida.
“El cine Español es el espacio por el que todos quieren pasar para imaginarlo sentado mirando las películas. También, entrar a la sala de máquinas desde donde vio su primera película ‘La novia de Frankenstein’”, comentó la autora de sus memorias.
Su madre le transmitió a Puig la pasión por el cine. A los cuatro años solía acompañarla a ver películas en inglés, italiano, francés y subtituladas en español. Esa disciplina artística tendría luego una fuerte presencia en sus novelas.
Tal es así que en 1956 obtuvo una beca para estudiar en Cinecittá. Tras su fracaso como guionista y asistente de dirección, se dedicó a plasmar su imaginario cinematográfico en su producción literaria.
Otro de los puntos del recorrido es el cine Mireya, al que también concurrió durante su infancia. Esta sala cerró en 1935 y años más tarde volvió a funcionar.
En la municipalidad, la iglesia y la escuela N° 1 se cruzan “Boquitas Pintadas” y “La traición de Rita Hayworth”.
Juan Carlos Etchepare, protagonista masculino de la primera novela, trabaja en la intendencia, mientras que en la segunda Toto asiste con su padre a un acto escolar.
Por otra parte, Mabel Sáenz, uno de los personajes principales de “Boquitas Pintadas”, trabaja como docente en la escuela N° 1, institución a la que concurre Toto en “La traición de Rita Hayworth”.
En esta última obra, Paquita va a confesarse a la iglesia a la vez que Raba, empleada doméstica de los Sáenz, imagina allí su casamiento con Pancho.
En el itinerario también aparecen la comisaría, el club Recreativo -actual Atlético-, el bar Unión y la tienda Al Barato Argentino donde trabaja Nené, mujer enamorada de Etchepare.
“El público también quiere visitar las casas, les parecen sitios muy importantes. Los veo cuando entran acá, tocan las puertas y las ventanas que son originales. Salen al patio, se quedan observando, charlan y toman fotos”, relató Bargero, quien vive en una de las moradas del escritor.
“A quienes nos visitan les gusta entrar en ese clima especial que los conecta con el autor”, describió y agregó: quieren experimentar la vida de Puig, recrear los pasos desde su casa hasta el cine, transitar por los mismos espacios e imaginarlo recorriendo las calles de Villegas.
“El circuito está enriquecido con citas de los libros donde se mencionan cada uno de los lugares, y esto da la posibilidad de ubicarse en la historia relatada. Se fascinan reconociendo los sitios que aparecen en las novelas, incluso algunos vuelven sobre sus páginas”, señaló Kirkwood.
A los aficionados de la obra de Puig, el destino turístico General Villegas les dispara lecturas o reencuentros con viejas lecturas que los transportan al mundo literario y biográfico de este autor bonaerense que se ganó el corazón del mundo.