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Nueve de Julio
domingo, noviembre 24, 2024

Aparecieron enfermedades en lotes de trigo y cebada


Es momentos de estar atentos ante la aparición de enfermedades en los cultivos, aún aquellas que no aparecen todos los años. Es por eso que el monitoreo en cada lote se hace muy necesario para los agricultores. Desde INTA se aconseja estar atentos.
Los cultivos de invierno que más importancia tienen en los campos de 9 de Julio y la zona son el trigo y la cebada. En este momento de la campaña, ingresan en la última parte del ciclo. A partir de octubre empiezan a espigar la mayoría, aunque los más adelantados ya se anticiparon. El Ingeniero Luis Ventimiglia explicó que generalmente para mediados de octubre se produce la mayor espigazón del trigo.
«Esta etapa coincide con una presión mayor de enfermedades debido a la condición ambiental, debido a las lluvias y a la humedad, o el rocío de las mañanas. Las condiciones de temperatura son más adecuadas para algunas enfermedades y el viento en otras, para favorecer la diseminación» comentó el Ingeniero a EL 9 DE JULIO.
El Jefe de INTA sostuvo que las enfermedades que aparecen habitualmente son la mancha amarilla, la roya anaranjada, estriada en el trigo o la mancha borrosa, la mancha en red en cebada. Sin embargo, este año han aparecido otras enfermedades que otras veces están más latente o con menos importancia: es el caso de virosis en trigo y también ha aparecido, asociado a algún factor externo (helada como la del 21 de septiembre) han producido laceraciones en hojas, al igual que el viento. Esa es la vía de entrada para otra enfermedad como es la bacteriosis».
Con respecto a estas apariciones, se encargó de aclarar Ventimiglia que «esto no significa que todos los lotes tengan las mismas enfermedades». La única forma de comprobar los cultivos en cada lote es el monitoreo, estar presente encima del lote con cierta frecuencia, «hay enfermedades como la roya que tienen una evolución muy rápidas, a veces se deja pasar diez días y cuando va es tarde porque la enfermedad puede hacer un daño irreparable».
«En esta etapa el cultivo ya no tiene más posibilidades de sacar hojas, porque las ha expandido a todas. Las hojas dañadas no tienen posibilidades de recupero. En el trigo hay que protejer la última hoja bandera y las dos que están por debajo, para hacer una buena fotosíntesis para alcanzar un buen rendimiento».
En el caso de la cebada la protección debe ser mayor, debido a que «la última hoja es muy pequeña. Tres hojas por debajo de la última tienen que estar limpias de enfermedades».
«Por estos días hay que extremar las medidas de monitoreo y revisar con tranquilidad los lotes, en distintos lugares de cada lote, esto permitirá tomar mejores decisiones de control, recordando que para: para virosis y bacteriosis no hay nada. Aconsejó analizar con cuidado y no confundir la sintomatología, aclaró que las enfermedades transmitidas por hongos se pueden controlar con fungicidas», sostuvo Ventimiglia.
Entre los técnicos y productores deberán analizar cada situación en particular, para utilizar los productos más aconsejables, de acuerdo al estado fenológico del trigo. Sostuvo Ventimiglia que cuando las decisiones se demoran el daño está hecho y al menos una parte no se podrá recuperar.

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