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viernes, noviembre 1, 2024

El Club Once Tigres reconoció a Arturo Avendaño


Durante esta semana, la Comisión Directiva del Club Atlético Once Tigres, encabezada por su presidente, Fernando Salva, procedió a entregar una plaqueta al apreciado convecino Arturo Avendaño (99 años de edad), uno de los socios fundadores de la institución, iniciada el 17 de septiembre de 1941.
El encuentro dio lugar a un emotivo repaso por los orígenes de la institución, siendo el único testigo de aquella época que dio origen a una rica historia deportiva, llena de logros y satisfacciones.


Con la emoción intacta de ser un verdadero hincha de toda la vida, Avendaño recordó que el Club -años antes de constituirse oficialmente y contar con su nombre-, tuvo su origen en el barrio de la antigua Usina Eléctrica de la Compañía de Electricidad del Sud Argentino, empresa que donó las primeras camisetas blancas, las cuales llevaban estampada la figura del kilovatio, logotipo de la misma.
Los jugadores se reunían todos los días en la entonces avenida Río Negro (hoy Cardenal Pironio), entre Río Uruguay (actualmente Tomás Cosentino) y Edison; pasando luego a espacios tales como la esquina de Alsina y Entre Ríos (hoy Arturo Frondizi) y Santa Fe y La Rioja.


Fue así que, como cuenta don Arturo, se llegó al 17 de septiembre de 1941, oportunidad en que se formó la primer Comisión Directiva.
La misma se reunió en la casa de Ernesto Vitarelli, ubicada en la esquina de Entre Ríos y Río Negro, conformándose la Comisión Directiva quedó constituida de la siguiente forma: Presidente: Luciano
Prado; Vicepresidente: Nicanor Tellechea; Secretario: Héctor Bobio; Prosecretario: Modesto Pérez;
Tesorero: Ernesto Vitarelli; Protesorero: Vicente Divito. Vocales: Otiverio Burgeño, Ramón Del Pino, Raúl Carvajal, Angel Vaira, Enrique Bergara, Tomás Toribio, Augusto Boufflet y Rafael Cabalcanti. Revisores de cuenta: Ruperto Schallibon y Oscar Ortelli.
Para la elección del nombre intervino Poroto Romero, quien trabajaba como mozo en la confitería “La Alhambra” y le consultó al doctor Potetti acerca del nombre que debería llevar el nuevo club, y este sugirió que, ya que como ese incipiente grupo que se reunía asiduamente estaba ganando todos los partidos, se le pusiera el nombre de “Once Tigres”.
De acuerdo al relato de Arturo Avendaño, la elección de los colores de la camiseta no fue una cuestión menor, y debió dirimirse arrojando una moneda al aire, ya que en la primera Comisión Directiva abundaba de hinchas de Racing Club y Boca Juniors, y no lograban ponerse de acuerdo.
La moneda cayó del lado de los colores xeneizes, y así fue que el azul y el amarillo quedaron pegados para siempre al corazón Oncetigrense y a sus logros, siendo el primero el título de campeón de Segunda División y el derecho de pasar a la categoría superior.
Años más tarde, Once Tigres comenzó a disputar sus partidos en la cancha del Club Juventud Unida, que se encontraba ubicado en la avenida Bartolomé Mitre y Agustín Álvarez, para luego trasladarse al viejo campo de deportes del Club Atlético 9 de Julio, en la esquina de Coronel Lagos y Salta.
Finalmente, en la década de 1970, se adquirió el actual predio en la avenida Bartolomé Mitre, con una historia más reciente y conocida por todos; pero que igualmente Arturo Avendaño colecciona y atesora junto a sus recuerdos de un verdadero “hincha de toda la vida” y gran representante de la historia viva del Club Atlético Once Tigres.

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