En medio de la sequía que afecta a amplias regiones productivas de la provincia, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) estimó que las pérdidas para maíz y soja en territorio bonaerense –los principales cultivos afectados- ya alcanzan los 3275 millones de dólares, y sostuvo que la cifra podría crecer si las lluvias generalizadas siguen sin aparecer.
El estudio de la entidad rural con mayor número de productores afiliados en la provincia es el primero en su tipo a nivel bonaerense desde que comenzó a profundizarse sequía en diciembre pasado y mañana será presentado en el marco de la Mesa Agropecuaria provincial que integran el Ministerio de Asuntos Agrarios y las principales entidades del sector.
Las pérdidas estimadas en 3275,76 millones de US$ están calculadas sobre un recorte de 9,5 millones de toneladas entre maíz y soja por efectos de la sequía a valores FOB de 240 US$ y 440U$S por tonelada respectivamente. Y esa pérdida global se distribuye del siguiente modo, según el informe al que accedió DIB: 1660,87 de los productores, 982,25 que no recibiría el Gobierno nacional en concepto de retenciones y 632,64 por servicios de trilla, acondicionamiento, comercialización y transporte que no se facturarán.
El estudio se basa en los datos de unas 80 sociedades rurales afiliadas a Carbap, que corresponden a igual número de distritos y en los cuales se concentra la casi totalidad de la producción de maíz y soja bonaerense.
El análisis puso especial énfasis en los 15 distritos que mayor producción de maíz y soja registraron en las dos campañas precedentes y que se concentran mayoritariamente en el noroeste provincial (General Villegas, Pergamino, Rojas, Junín, General Arenales, Pehuajó, Lincoln y Bolívar, entre otros).
Durante los primeros diez días de enero se realizaron consultas a las 80 rurales, entre ellas, los registros de lluvias de los últimos 30 días, la afectación ponderada de los cultivos de maíz, soja y girasol en relación al rinde promedio, el porcentaje de merma diaria de litros de leche en ordeñe, la disminución de reservas forrajeras y el estado de las pasturas y de la hacienda en general.
“El estudio está focalizado en la soja y el maíz, las principales actividades afectadas. Aunque todavía no está determinado con precisión ya observamos también daños en la lechería (porque los animales se están comiendo las reservas forrajeras previstas para el invierno), también habrá pérdidas en el girasol, y en ganadería todavía no notamos una merma productiva”, indicó a esta agencia el director ejecutivo de Carbap, Alfredo Rodes.
SOJA Y MAÍZ
El estudio compara la situación pre-sequía de esta campaña con los datos de las campañas bonaerenses 2009/10 y 2010/11, es decir, las posteriores a la gran seca de 2008/09. Sostiene que para el actual ciclo productivo en la provincia se estimaba una siembra de maíz de 1,3 millones de hectáreas y de 5,9 para la soja que, a rindes promedio de 7,8 y 2,8 toneladas por hectárea respectivamente, “hacía prever una cosecha de 10,14 millones de toneladas de maíz y 16,52 millones de toneladas de soja”.
Pero la situación de sequía cambió drásticamente las previsiones: según el estudio de Carbap, las pérdidas para el maíz ya alcanzan al 45%, una merma de 4,56 millones de toneladas en relación a lo previsto. Mientras que las pérdidas llegan al 30% para la soja, casi 5 millones de toneladas menos en relación a las 16,5 proyectadas, “producto de una merma de rinde en soja de primera, y la inconclusa siembra de segunda, sumado al malogrado nacimiento por carencia de humedad y altísimas temperaturas de lotes de segunda que alcanzaron a sembrarse en fecha propicia”.
Según Rodes, se trata de datos “conservadores” –porque están estimados al día 10 de enero- “y desde esa fecha hasta ahora no ha llovido nada más”.
El dirigente agregó que las pérdidas de maíz estimadas “son irreversibles” y sostuvo que en el caso de la soja, si las lluvias acompañaran en las próximas horas, algunos productores podrían realizar una resiembra de segunda de ciclo corto aunque el rinde “no superaría los 1500 kilos por hectárea y siempre que todo saliera bien”.
Pese a todo, y a diferencia de otros dirigentes, Rodes sostuvo que la situación actual no es hoy más grave que la de la gran sequía de 2008 donde todos los distritos bonaerenses fueron declarados en emergencia agropecuaria por la Provincia. “Pero no sabemos qué va a ocurrir si sigue sin llover”, agregó.
RETENCIONES
En el informe, y tras exponer las millonarias cifras de pérdidas, Carbap volvió a insistir con la eliminación de retenciones debido a la situación de sequía. Agregó que mientras los productores bonaerenses dejarán de percibir 1600 millones de US$ por efectos de la sequía, el Gobierno nacional percibirá por retenciones a maíz y soja de las zonas no afectadas de la provincia 2048 millones “llevándose así más de lo que perderá el productor”. (DIB)
