Días atrás, en el Centro de Desarrollo Infantil (CDI), ubicado en calles French y Mariano Moreno, se llevó a cabo una jornada recreativa, convocando a las familias de los niños y niñas que concurren a dicho espacio.
Entre juegos, risas, mates y tortas, el equipo de trabajo, compuesto por docentes, auxiliares y coordinadora; propusieron pensar entre todos un nombre para el CDI.
A partir de dicha propuesta y, leyendo los diversos aportes de cada familia, surge el nombre “Dejando Huellas”.
¿Por qué?: porque dejar huella hace referencia a la capacidad que se puede tener de marcar la vida de los demás, y es, desde este lugar, se pretende dejar huella en cada persona que, a lo largo del tiempo, forma parte del mismo.
Huellas significativas, imborrables, que contribuyan al crecimiento personal de cada una de las infancias que circulan por el Centro.
Quizás para algunos, dejar una huella significa crear un legado duradero en la historia; para el Centro, dejar una huella, implica plasmar, aunque sea una mínima marca en el corazón de cada niño y niña, colmada de amor, alegría, amistad, cariño y aprendizaje.