En la tarde del sábado 18 de noviembre, en el Parque «General San Martín», se conmemoró el 4° aniversario de la bendición de la Ermita de Schoenstatt ubicada en ese espacio público. En la oportunidad, los fieles participaron del rezo del Santo Rosario y seguidamente fue oficiada una Misa que presidió el presbítero Néstor Daniel Camagna.
Como es tradicional, la Ermita fue ornamentada con símbolos alegóricos a esta advocación mariana y para dar aún mayor relieve a la celebración.
Cabe recordar que, las Ermitas son lugares de oración y veneración dedicadas a la «Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt». Las mismas pueden ser públicas (en una plaza o en un terreno adquirido o donado para tal fin) o privadas (dentro del predio del hogar de una familia –siempre y cuando esté abierta a la veneración de otras personas– o de una comunidad religiosa o institución).
De esta manera, quienes viven lejos se pueden vincular a la Ermita con la misma fe con que van al Santuario de Schoenstatt . Tal como lo subraya el Movimiento, si hay una vinculación creyente al lugar, los fieles pueden recibir las gracias del cobijamiento, transformación y fecundidad apostólicas.
En la Argentina hay cientos de Ermitas de la Virgen de Schoenstatt diseminadas por todo el país.
UN POCO DE HISTORIA
La Ermita dedicada a Nuestra Señora de Schoenstatt, ubicada en el interior del Parque «General San Martín», cerca del ingreso desde la esquina del Acceso Presidente Perón y la avenida Bartolomé Mitre, fue bendecida en la tarde del lunes 18 de noviembre de 2019. La ceremonia fue presidida por el Obispo Diocesano, monseñor Ariel torrado Mosconi y se contó con la participación del Intendente Municipal, Mariano Barroso; del entonces Cura Párroco de la Catedral, presbítero Guillermo Gómez; de la referente del Movimiento de Schoenstatt, Analía Guaragna y de integrantes de «Los Madrugadores del 9».
La Ermita de Nuestra Señora de Schoenstatt fue diseñada por el arquitecto Fabio Valera, quien también tuvo a su cargo la dirección de las obras.
Desde entonces, la Ermita tiene una significación especial como lugar de oración y recogimiento.