** Escribe Carlos Crosa
El sino, nos ha llevado a no pocos nuevejulienses a una existencia itinerante. Tal el caso de la recientemente fallecida Lidia Giannoni, de quien recuerdo su ingreso en los años sesenta a la Universidad de La Plata, donde además trabajara en el Teatro Argentino de esa ciudad, ámbito éste de alta excelencia cultural.
Su andar itinerante, la llevó a terminar en Lincoln el profesorado de Filosofía que ejerciera en nuestra ciudad hasta llamarla de nuevo el camino, ambular éste donde desempeñó cargos en docencia, inspección y dirección, hasta recalar en Buenos Aires como inspectora en Enseñanza Superior.
Si como dice el poema, “se hace camino al andar”, Lidia Giannoni, también lo hizo en este su suelo natal, al montar con sus alumnos en el Teatro Independiente Nuevejuliense, una obra basada en el mito de la Caverna de Platón, que trata la situación del ser humano respecto del conocimiento.
La puesta, inevitablemente, cuestionaba a la entonces gobernante dictadura militar, y era de alto riesgo en aquel marco, el docere delectando (enseñar deleitando) del Ars Poetica de Horacio.