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Nueve de Julio
domingo, febrero 2, 2025

«Peli» Apraiz. Un trayectoria en el comercio, la música coral y el aeromodelismo

* Había nacido en España, pero siendo niño emigró a la Argentina.
* En 1946 sus padres fundaron la legendaria «Casa Apraiz».
* Desde el fallecimiento de su padre, junto a su madre Dolores, se encargó de la atención del comercio, una de los almacenes más caracterizados de 9 de Julio.
* Habiendo transcurrido más de dos décadas desde su fallecimiento, su recuerdo se mantiene en su comunidad.

Aroma a café y especias, prolongadas estanterías atestadas de artículos, y una grata sensación de placer, podía advertirse al dejar atrás la puerta de acceso al local de Casa «Apraiz», el legendario almacén que funcionó por años en la calle La Rioja entre Robbio y Mendoza, constituyéndose por espacio de medio siglo en uno de los más caracterizados de esta ciudad.
El nombre de Felix “Peli” Apraiz está ligado a este comercio como así también a otras de sus grandes pasiones: la música coral, la fotografía y el aeromodelismo.
Natural de la de la región vasca de España, en el golfo de Vizcaya, había nacido el 23 de septiembre de 1935, en el hogar formado por Felix Apraiz y Dolores Garate Zabala.

LA LLEGADA A AMÉRICA
La Guerra Civil Española, estallada en la década de 1930, motivó que Félix y Dolores Apraiz (nacida el 13 de abril de 1914), junto a su pequeño hijo Félix («Peli») se trasladaran primero a Francia. Tres años más tarde, se embarcaron en Burdeos hacia la Argentina, en los días en que estallaba la Segunda Guerra Mundial, para arribar a estas tierras el 11 de octubre de 1939. En esta patria, fruto de ese matrimonio habrá de nacer una hija, Edurne, quién será docente en nuestro medio.

EN 9 DE JULIO
Inmediatamente llegados a América, Felix, Dolores y “Peli”, se radicaron en 9 de Julio. Aquí ya residían familiares suyos, el doctor Ricardo Apraiz, cuya familia vivía en una vivienda ubicada en Robbio entre La Rioja y Mitre, la cual persistió casi sin modificaciones hasta entrada la década de 1990.
Al principio, el padre de “Peli”, se empleó en el Almacén Inglés de la firma Larrañaga, Quintana y Compañía, un comercio Ide ramos generales que existía en Salta entre Hipólito Yrigoyen y San Martin. Cuatro años después, cuando esa casa cerró sus puertas, junto a los hermanos Cortejarena, fundó el «Almacén Inglés», empleando el mismo nombre que tenía el anteriores, pero ocupando un antiguo edificio en 25 de Mayo y Salta.

“CASA APRAIZ”
En 1946, Félix, junto a su esposa Dolores y su hijo «Peli» -quien por entonces era adolescente- fundaron «Casa Apraiz». La instalaron originalmente en la esquina de Robbio y La Rioja, en un edificio levantado hacia 1902. Más tarde, alrededor de 1968, ocuparon el local de la calle La Rioja entre Robbio y Mendoza, donde la memoria de las generaciones presentes tiene más grabado en su retina las características del tradicional lugar.
Ese no solamente fue el barrio del almacén, sino también el de la familia Apraiz; pues, allí asentaron su hogar.
“Casa Apraiz” ofrecía a su clientela comestibles de variada gama, así como también otros productos, propios del ramo. Sumaron a la clientela buen número de vecinos que habitaban la zona rural, pues vendían todos los artículos concernientes a la facturación de cerdas. Por entonces, mientras que don Félix y su esposa se ocupaban de atender a los clientes en el negocio, su hijo “Peli” se desempeñaba como cadete, una tarea muy valorada en los comercios de ayer pues, en aquellos años se estilaba levantar pedidos, en los domicilios, que luego eran distribuidos. Para ello se empleaban los característicos triciclos, un rodado de tres ruedas, con una caja de madera delante.
Al producirse el fallecimiento de don Félix, “Peli” se hizo cargo junto a su madre del negocio. ambos, madre e hijo, se encuentran a cargo de «Casa Apraiz».
Hasta sus últimos años de existencia, “Casa Apraiz” fue clásico almacén de barrio, donde no había lácteos, ni frio; todo era natural. Sólo formaban parte de su stock dos tipos de quesos y algún dulce; sin embargo, sobreabundaban otros comestibles en general, los artículos de limpieza, y las especies. El café y la pimienta eran molidos en la misma casa.

«Casa Apraiz» en la esquina de La Rioja y Robbio.
«Casa Apraiz» en La Rioja entre Robbio y Mendoza.

EN LOS ORIGENES DE LA MUSICA CORAL
Félix “Peli” Apraiz siendo muy joven abrazó la música coral prácticamente en los orígenes mismos de este género en 9 de Julio. Formó parte de las primeras agrupaciones corales que se formaron en la ciudad, vinculándose tempranamente al grupo entusiasta de coreutas que abrieron paso a una de las expresiones del arte musical más apreciadas en esta comunidad.

«Peli» Apraiz en los inicios de la música coral nuevejuliense. Fotos: Gentileza de Ernesto «Neti» Manfredi.

EL AEROMODELISMO, SU PASION
Una de las grandes pasiones de “Peli” Apraiz fue el aeromodelismo. En este hobby fue instructor de muchos apasionados como él que, con los años, continuaron su legado. El quincho de aeromodelismo que se encuentra en el Aeroclub 9 de Julio lleva su nombre; un merecido homenaje que “Peli” recibió en vida.

PALABRAS FINALES
“Peli” Apraiz falleció el 5 de mayo de 2003. Había formado su hogar junto a la estimada docente Susana Cantero (recientemente fallecida) y fue padre de dos hijas, Silvia y Loli Apraiz.
Feliz “Peli” Apraiz fue una persona de bien. En su comercio, el espacio en el cual desarrolló su labor diaria, supo demostrar sus cualidades humanas, su honestidad y generosidad.

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