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Nueve de Julio
domingo, abril 13, 2025

Se llevó a cabo la Misa Crismal


El jueves 10 de abril a las 19:00 hs., se celebró en la Catedral Santo Domingo de Guzmán de la diócesis de 9 de Julio una de las celebraciones más significativas del año litúrgico: la Misa Crismal, presidida por el obispo Mons. Ariel Torrado Mosconi junto a todo su presbiterio. El Obispo consagró el santo crisma y bendiciendo los demás óleos sagrados que serán utilizados en los sacramentos a lo largo del año. En un momento profundo de unidad eclesial, los sacerdotes renovaron sus promesas ministeriales, visibilizando la comunión entre el Obispo y su presbiterio en el único sacerdocio de Cristo.
“Somos consagrados -fieles, religiosos y ordenados- para anunciar y testimonial un nuevo tiempo de esperanza”, afirmó el obispo monseñor Ariel Torrado Mosconi durante la Misa crismal del jueves 10 de abril en la Iglesia catedral de la diócesis. La diócesis de Santo Domingo en 9 de Julio tuvo su Misa crismal la tarde del jueves 10 de abril en la Iglesia catedral de la ciudad donde está la sede episcopal. Sacerdotes y diáconos, religiosos y fieles laicos participaron de la concelebración eucarística presidida por el obispo diocesano monseñor Ariel Torrado Mosconi. En este Año santo se tuvo también la el Jubileo de la vida consagrada.A media tarde religiosas, laicos consagrados, seminaristas, diáconos y presbíteros junto a monseñor Torrado Mosconi, se encontraron en el Centro pastoral “Cardenal Pironio” para compartir una merienda y un momento de reflexión. Luego se tuvo un momento hondo e intenso de oración en el Santuario diocesano “Nuestra Señor de Fátima” meditando a partir de la imagen bíblica de la lámpara encendida como ícono de la vida religiosa y el ministerio pastoral llamado a llevar la luz de la esperanza al mundo de hoy.
Luego se trasladaron a la catedral “Santo Domingo de Guzmán” en la cual aguardaban los fieles de la ciudad y delegaciones de las distintas parroquias para la celebrar la eucaristía crismal.En la homilía, el Pastor diocesano, comentando la cita evangélica del “año de gracia del Señor” invitó a contemplar las imágenes que evoca el logotipo del jubileo: las olas, la barca y el ancla. De cada una de ellas fue extrayendo una enseñanza para la actual situación diocesana, refiriéndolas particularmente a los sacerdotes que renovaron sus promesas de ordenación y a los consagrados que celebraron su jubileo.
Comenzó afirmando: “Tiempo de gracia, particularmente en este Año santo jubilar 2025 de la esperanza, en el cual somos convocados a una profunda renovación personal y comunitaria recorriendo el camino de la conversión y la reconciliación, del perdón y la paz, mediante el don de la misericordia y la indulgencia”.
El Obispo recordó la figura del beato Eduardo Francisco Pironio, allí bautizado: “Tan probado en la virtud de la esperanza y sobre la cual predicó incansablemente al punto de ser llamado “profeta de la esperanza” todo un modelo para nosotros”, dijo el Prelado diocesano.La Misa continuó con la Renovación de las promesas sacerdotales de los presbíteros presentes, la bendición de los óleos de los catecúmenos y de los enfermos junto a la consagración del santo crisma por parte del Obispo. Luego de la comunión, con motivo del jubileo de la vida consagrada, las religiosas, vírgenes y laicas consagradas renovaron sus votos de obediencia, pobreza y castidad y se encomendaron a la Santísima Virgen. Al final de la celebración eucarística monseñor Ariel impartió la bendición papal con indulgencia plenaria.Luego de la celebración y de la entrega de los santos óleos, se tuvo un ágape fraterno, nuevamente en el Centro pastoral que lleva el nombre del Beato nacido en Nueve de Julio.

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