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viernes, abril 18, 2025

Semana Santa: consejos para el consumo seguro de pescados


En Semana Santa, período en el que aumenta el consumo de pescados y mariscos, el Senasa brinda una serie de consejos para que las personas puedan adquirir y comer de manera segura esos alimentos, que poseen alto contenido proteico y una amplia variedad de vitaminas, minerales y ácidos grasos saludables.
Al comprar pescado fresco tener en cuenta:
•Aspecto de la piel: los colores deben ser vivos, tornasolados y sin decoloración. Es decir, no deben ser apagados o sin brillo.
•Ojos: deben estar sobresalientes, brillosos y con la pupila negra. No deben verse hundidos, grises o viscosos.
•Carne: debe ser firme, translúcida y de superficie lisa. Es decir, ni flácida, ni opaca o rugosa.
•Las agallas deben ser rojas (agallas gris y negro verdoso son signos de deterioro).
•La columna vertebral debe estar firmemente adherida a los músculos; si se la intentara separar de ellos, debería romperse.
•La sangre debe ser roja y brillante (si el pescado no está fresco, el color se vuelve marrón pardo).
Mariscos y otros productos:
•Los crustáceos menores, como camarones y langostinos, pueden presentar un color amarronado-violáceo traslúcido en caso de estar crudos o un rojo intenso cuando se los vende cocidos; en ningún caso deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco, ya que todos estos son signos de deterioro.
•Los calamares deben tener una piel lisa, suave y húmeda sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie, sus ojos deben ser vivos, brillantes y salientes y su musculatura consistente y elástica.
•Si se adquieren productos ictícolas conservados en lata, es importante observar que estos envases no presenten abolladuras, no estén hinchados, ni oxidados. Asimismo, se deberá chequear en el rótulo, la procedencia y el
vencimiento.
Qué observar en los comercios:
•Debe estar limpio: el agua de deshielo de las mesadas debe escurrir correctamente y el local no debe tener olores desagradables.
•El pescado fresco no “huele mal”; este es un indicio de que ha iniciado su proceso de descomposición.
•Los pescados enteros no deben estar muy juntos, ni amontonados.
Para garantizar la inocuidad de estos alimentos es importante tener en cuenta la cadena de frío al trasladar estos productos hasta el hogar y, una vez en la heladera particular, la mejor manera de conservarlos es en envases cerrados y
ubicarlos en los estantes más bajos disponibles.
Por otro lado, no hay que descongelar y volver a congelar pescados y mariscos; no deben ser conservados más de 2 días en la parte más fría de la heladera (0 °C a 4 °C) o 3 meses en freezer (-18 °C), y no deben ser descongelados a temperatura ambiente. Su cocción, en tanto, debe ser completa y una vez preparados deben ser consumidos lo antes posibles.
El Senasa verifica las condiciones higiénico-sanitarias de los establecimientos donde se faenan, elaboran e industrializan productos derivados de la pesca y la acuicultura, a la vez que realiza análisis técnicos regulares para descartar la
presencia de patógenos, histamina, biotoxinas marinas y contaminantes, lo que permite garantizar la seguridad e inocuidad de esos alimentos y evitar el riesgo potencial en los consumidores.

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