Cuando empezó la temporada del Argentino B el objetivo de Once Tigres era tratar de mantener la categoría y, dentro de las posibilidades hacer una buena base de cara al futuro. Esa era la idea primaria del entrenador Omar Santorelli. Sin embargo cuando la pelota empezó a rodar, el equipo empezó a crecer, mantuvo la categoría, clasificó a segunda ronda y mantuvo la ilusión intacta hasta el lunes cuando no pudo acceder a los Octavos de Final.
En los primeros tres partidos de local pareció que pagó el derecho de piso de subir a la categoría cuando por errores propios perdió con Villa Mitre, empató con Independiente de Tandil y volvió a caer ante Alvarado.
Once Tigres aprendió rápido la lección y desde ese momento hasta el último partido de la segunda ronda cuando perdió con Ferro se hizo un rival muy fuerte de local cayendo después de una racha de 13 partidos sin derrotas en el Estadio Abel del Fabro.
De visitante el equipo alternó distintos resultados, aunque en todas las canchas el equipo de 9 de Julio siempre se ganó el respeto transformándose en un rival temible para sus adversarios.
Es así que mantuvo la tercera rueda de la etapa clasificatoria, en su mejor momento en el certamen con seis victorias y una sola derrota.
En la fase final el equipo de 9 de Julio terminó la primera rueda invicto siendo el líder con 7 unidades producto de dos victorias y tres empates, sin embargo en los últimos ocho días de competencia cayó en los tres encuentros restantes, perdiendo a jugadores claves por suspensiones y lesiones.
Sin embargo en el Estadio José María Minella de Mar del Plata Once Tigres salió a la cancha como nunca, dando to- do, con una entrega reconocida por su técnico y a15minutos del final del partido sufrió el gol de Alvarado que le costó la eliminación.
No pudo ser para Once Tigres que se ganó un lugar en la categoría como uno de los animadores más importantes de la fase regular y no pudo ratificar al final su potencial. Algo similar le pasó a Boca de Río Gallegos que tenía el mejor récord y se tuvo que despedir de la competencia.
Esta producción del equipo de 9 de Julio con un esfuerzo grande de los jugadores, el cuerpo técnico, sus dirigentes, el apoyo de empresas locales y el público que alentó alimenta las esperanzas de cara al futuro.
LOS NUMEROS
En la primera etapa el equipo nuevejuliense en 28 partidos ganó 13, empató 8 y perdió 7, marcando 40 goles y recibiendo 21.
En la segunda ronda Once Tigres ganó dos partidos, empató uno y perdió tres encuentros, marcando 9 goles y recibiendo 11 tantos.
En total Once Tigres jugó 34 encuentros, de los cuales ganó 15, empató 9 y cayó en 10, convirtiendo 49 goles (un promedio de 1.44 por partido) y recibiendo 32 (a un promedio de 0.94 por partido).