Por María Lucía Cappelletti (Diseñadora de indumentaria y textil – Diseñadora y modelista de calzado)
Por otro lado, desde el vamos ya es difícil decidir qué ponerse. Dudás frente al espejo casi a diario. ¡Y aun conociendo tu cuerpo! Tenés un placard colmado de prendas y sin embargo vacilas.
Estando embarazada y sin que te entre nada… más que dudar, entrás en estado de pánico!!!. Cuesta entender que ya no entra el jeans, la remera quedó corta y el saco no cierra. Y cuesta, porque estás acostumbrada a vestirte así; no estás gorda, tu talle no cambió….simplemente, estas embarazada.
Las mujeres gestantes están más hermosas y resplandecientes que nunca, se dice por ahí. Pero ya sabemos que estando o no estando embarazada, si no tenés qué ponerte, se complica; y si tenés qué ponerte, pero no te gusta cómo te queda, se complica igual.
Muchas veces se prolonga la visita al local de prendas para embarazadas porque sólo la necesitas durante unos meses. Pero te sientes enorme e incómoda. Los botones, cierres, cordones, snaps, puntillas, costuras, bordados, etiquetas, se están convirtiendo en una tortura. Sentís picazón o alergia por tejidos que antes tolerabas. Sentís calor sofocante, propio del embarazo. Y recién ahí es generalmente, cuando pasas por el local premamá porque te hartaste de”disfrazarte” y “sufrir”. Hay que tener en cuenta que también se necesita ropa de embarazada durante los primeros meses después que el bebé haya nacido.
Uno de los errores frecuentes en el vestir de las embarazadas es no determinar dónde termina la prenda y dónde empieza el cuerpo. Vestir con prendas sueltas en el modulo superior de tu cuerpo te hace lucir demasiado ancha. ¡Y nadie quiere lucir demasiado ancha, sino simplemente embarazada! Para ello es mejor que las prendas acompañen nuestras curvas, destacando lo largo de tu cuerpo y no lo ancho.
Las prendas para embarazadas son generalmente funcionales. Están pensadas para amortiguar los cambios de tu cuerpo. Son pensadas para el confort. Las más habituales son las de tejidos con Lycra o Spandex porque sostienen, modelan y realzan el estado de gestación, nos hacen lucir femeninas y delicadas.
Estar cómoda ayuda a que te veas bien. Las claves para que así sea son: ropa interior, prendas, calzado y carteras acordes con el embarazo. ¿Cómo? Con telas naturales por la sensibilidad; transpirables por la sofocación; nada de tacones altos ni carteras pesadas por el desnivel de equilibrio en nuestro cuerpo.
Recuerda que “todo lo que yo uso está de moda y todo lo que lleva el resto ha dejado de estarlo” es la actitud que quiero que adoptes para que tu personalidad florezca.
¡Hasta la próxima!