[2 de marzo de 2010] En la tarde de ayer, durante la misa de acción de gracias celebrada en la Catedral de 9 de Julio y, posteriormente, con la realización de un vino de honor, fue despedida la Comisión Diocesana de Acción Católica Argentina (A.C.A.), que durante veinte años prestó una encomiable labor a esta Iglesia particular. En efecto, el próximo 13 de marzo, en la XIª Asamblea Dio- cesana de Acción Católica de la Diócesis Santo Domingo de Nueve de Julio, que se llevará a cabo en la ciudad de Pehuajó, serán proclamadas y asumirán sus funciones la nueva comisión.
La misa de ayer fue presidida por monseñor Martín de Elizalde, obispo diocesano, quien fue asistido por el presbítero Carlos Tibberi, cura párroco de la Catedral; por el padre Alejandro Sanguinetti, de la Orden de San Benito, secretario canciller de la Curia Eclesiástica diocesana y por el padre Alfonso Gil, de la Compañía de María. En una parte de su homilía, el mitrado se refirió a la labor de la Acción Católica, destacando la labor de sus miembros de la Iglesia.
“NOS VAMOS MUY SATISFECHAS”
En diálogo con Diario EL 9 DE JULIO, Dora G.de Molina, presidente de la Comisión Diocesana de Acción Católica, mostró su satisfacción por la tarea cumplida.
«Llevamos –explicó Dora- muchos años en esta tarea, veinte años, y para nosotros ha sido un orgullo y un honor pertenecer a la Acción Católica, porque a través de ella hemos conocido la realidad que nos circunda, hemos aprendido a amarla, a conocer sus necesidades”.
En el mismo sentido, consideró que «es necesaria una renovación, con la incorporación de gente más joven, con más entusiasmo, nuevas meto- dologías y formas de encarar el trabajo».
«Nos vamos muy contentas”, añadió Dora, quien al mismo tiempo subrayó que “no siempre los frutos han sido los que uno ha esperado; pero los tiempos del Señor no son los nuestros y sabemos que nuestra intención siempre ha sido trabajar con amor, tratando de ayudar y de servir».
«Había un lema que decía ‘cada comisión pa- rroquial un servicio’, entonces nosotros tratamos de cumplir, aunque sabemos que siempre quedan tareas, sobre todo cuando la situación se hace más dura, más difícil, por los problemas sociales y económicos que puedan surgir», prosiguió Dora G. de Molina.
La entrevistada definió a Acción Católica como “una institución de la Iglesia, formada por laicos, que tiene como asesor al propio obispo a nivel diocesano; una entidad organizada que contempla a la persona desde la niñez hasta la tercera edad, completando todo el camino de un cristiano”.
A lo largo de las dos décadas en que se desempeñó, la comisión saliente, al frente de la Acción Católica, contó con la asesoría de los tres obispos diocesanos que se sucedieron en ese tiempo (monseñor Alejo Guilligan, monseñor José Victorio Tomasi y, el obispo actual, monseñor Martín de Elizalde). Al respecto, Dora destacó la predisposición y el acompañamiento permanente de los tres prelados.
«Siempre nos han ayudado, nos han escuchado. Los obispos que hemos tenido como asesores siempre han estado a nuestro lado, aclarándo- nos dudas», comentó.
