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Nueve de Julio
jueves, noviembre 28, 2024

«Piedra Pomes», una invitación a soñar

Días pasados, en el Centro Educativo Complementario «Pibelandia», de esta ciudad, tuvo lugar la presentación de la obra «¡Rayas y centollas!¿Qué será ese ruido de ollas?», a cargo de «Piedra Pomes». Ciertamente, no es la primera vez que, este grupo de teatro de títeres, se presenta en 9 de Julio, ofreciendo un atractivo momento a cada uno de los asistentes, niños y adultos.

Son distintas las mociones que sugiere la observación de esta simpática historia, así como también la labor que realiza «Piedra Pomes», llevando la riqueza del teatro de títeres a escuelas, clubes u organizaciones barriales.
«Piedra Pomes», surgido hacia fines del año 2009, es el primer grupo de teatro de títeres estable que funciona en 9 de Julio. Este hecho no es menor, puesto que después de muchas décadas, en que algunas compañías de teatro de títeres se afincaran temporalmente en la ciudad para ofrecer alguna que otra función, gracias a la dedicación de Laura García y Araceli Secreto, ahora brindan a los nuevejulienses la posibilidad de contar con un cuerpo titiritero estable.

LA OBRA
«¡Rayas y centollas!¿Qué será ese ruido de ollas?» es una obra pensada, sin dudas, para el público infantil; pero es inevitable que los adultos se sustraigan de sí para hacerse parte de la misma. Desde la disposición de los personajes hasta la adecuación de la escenografía y de la música, todo está cuidado y pensado para crear una armonía de conjunto.
«¡Rayas y centollas!…» es una bella historia que gira en torno a tres tipo de personajes: el capitán de un barco pirata, la bella Dulcigarfia y cuatro traviesos fantasmas (un cocinero, un rockero, y dos ayudantes). Una de las impresiones más gratas que se reciben a primer impulso, es la construcción del material de los títeres. Los colores de los trajes de los muñecos parecen supeditarse a la configuración de la escenografía y a la iluminación usada, generando un adecuado efecto visual. En la construcción de sus títeres, las artistas despliegan talento, poniendo los rasgos justos a cada personaje: el rostro tierno de Dulcigarfia y la expresividad del capitán pirata.
Laura y Araceli, no solamente a través de los diálogos sino, sobre todo, con los movimientos de cada uno de los personajes, transmiten al auditorio los rasgos de la personalidad de cada uno de los personajes. En esa exploración de las diferentes posibilidades del movimiento, el muñeco cobra vida y manifiestan de una manera admirable sus emociones, alegrías, enojos y temores.
En los movimientos y en los diálogos de los personajes hay una coherencia argumental que permite al público adulto advertir esta conjunción precisa de formas. El uso del espacio acotado en el retablo es tan preciso, evidentemente ha sido cuidadosamente estudiado, que el espectador sigue manteniendo la atención cautiva tras el movimiento de cada uno de los títeres.
Laura y Araceli demuestran una familiaridad absoluta con cada uno de los títeres, algo muy importante en el titiritero, pues hace que el público lo vea seguro y cómodo con los personajes.
Una de las características fundamentales de una función de teatro títeres, especialmente dirigida al público infantil, es la alegría. La titiriteras lograron conformar para los niños y los adultos, un momento de especial alegría y distensión. Si, tal como lo sugiere la rica bibliografía que existe sobre el teatro de títeres, su verdadera esencia consiste en que, el titiritero, logre traspasar la potencialidad creadora del actor al títere, Laura y Araceli, alcanzan notablemente este cometido.
Jean-Charles Nodier, el legendario escritor y bibliotecario francés, admiraba de manera especial la riqueza cultural que emanaba el teatro de títeres. Así lo fue siglos atrás y del mismo modo lo sigue siendo en nuestro tiempo.
Contar con un grupo de teatro de títeres, como «Piedra Pomes», constituye un aporte cultural gravitante para la comunidad de 9 de Julio.
Los títeres siguen cautivando a las personas, siguen ofreciéndole un mundo distinto, quizá alejado de las contradicciones de la agitada realidad. Eso muñecos, en su sublime simpleza, pueden trasmitir lo más hermosos valores y virtudes que hacen grandes y nobles a las personas. Laura y Araceli logran ese maravilloso objetivo, y eso merece ser destacado y valorado en su más alta dimensión.

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