[15 de marzo de 2010] Once Tigres logró la clasificación a una nueva instancia del Torneo del Interior, aunque no le fue tan sencillo como hubiera esperado. No obstante, un empate en su propia cancha con Atlético Mones Cazón fue más que suficiente para un equipo acostumbrado a ganar y golear, y que esta vez tuvo que pelear abajo del marcador casi todo el encuentro. Fue un intenso partido, en el que Once Tigres manejó más la pelota y mereció la victoria, pero Mones Cazón se mostró ordenado y ambicioso (necesitaba remontar un 4 a 2 en contra), e hizo un digno papel.
El comienzo del partido vio al Once Tigres agresivo y sólido de todo el torneo. En estos primeros minutos, fue Mariano Delamer, que cada vez se asienta más en este equipo, el que tuvo las mejores chances de desnivelar el marcador. Una buena jugada individual que terminó en una definición al lado de un palo, el cabezazo de un tiro de esquina, y un centro que tomó entrando al área, apenas afuera, fueron los primeros avisos del lateral y de Once Tigres.
Por su parte, Mones Cazón llegó por primera ver por medio de Mecadán, que terminó una buena jugada con un cercano disparo. Pero siempre era el conjunto de Abdeneve el que tenía la pelota y las mejores jugadas. Bien asentado atrás –muy buen trabajo de Villalba- con un dominio marcado en el mediocampo, a instancias de la característica recuperación de Frisenda y el despliegue de González y San Miguel, y con los movedizos y hábiles Ascani y Maccag- nani en la delantera, parecía que de un momento al otro lograría un gol que se caería de maduro.
Cerca de los 25’, Ascani probó con un tiro de media distancia, y “Carreta” González tomó el rebote, sin poder definir al gol, apenas por arriba, en una de esas que el medio- campista goleador de Once Tigres no suele fallar.
A la media hora, tras una buena jugada de equipo, Maccagnani tomó un rebote que le quedó justo para definir, y sacó Odriozola espectacular- mente por arriba.
Un minuto después, el delantero proveniente de Atlético 9 de Julio tuvo su revancha, tras una gran jugada de Daniel Gonzá- lez, que dejó dos hombres en el camino y tiró centro; pero otra vez no pudo por poco.
Mones Cazón intentaba cortar el juego y salir de contra, a veces con un juego un tanto brusco, tratando que la pelota le llegara a los que más saben, en su delantera. Uno de ellos, Bernard, comandó un contragolpe y lo finalizó con un centro al que no llegó por poco Hidalgo.
A los 35’, Perelló tocó para San Miguel, que remató cerca, de media distancia, intentando aprovechar una variante que también utiliza muy bien Once Tigres.
Poco después, Delamer tiró un centro que no pudo definir ni González en primera instancia, ni Maccagnani tras el rebote. No estaba todo lo fino que debía estar el local en la definición, y el equipo de Pehuajó revalidó esa ley del fútbol de que ‘los goles que no se convierten en un arco se hacen en el otro’. Porque sobre el final de este primer tiempo, Mones Cazón llegó a la ansiada conquista para intentar torcer una historia complicada, en una jugada en la que Once Tigres quedó mal parado, y Gerardo Martínez -voluntarioso por la punta derecha- robó un balón y envió un centro cruzado, para que Bernard cabeceara en el segundo palo, la pelota le pegara en el rostro al Torres y se colara a la red.
Antes del final de esta etapa, Once Tigres llegó por última vez, con un centro de González, que tras una serie de rebotes no pudo definir Maccagnani de chilena. Hubiera sido un más que justo empate, para un equipo que jugó y creó mucho más que su rival.