[22 de marzo de 2010] Once Tigres y Plaza España igualaron en 1 gol el domingo en 25 de Mayo, en el partido de ida por la segunda ronda de los Play Off del Torneo del Interior (Argentino C). El debutante Molinari abrió el tanteador para los locales mientras que igualó en la segunda etapa, el marcador central Villalba para Once Tigres.
Si bien es cierto que están igualados, le conviene más a Once Tigres el resultado porque jugará de local el domingo en el Estadio Abel Del Fabro. El arquero de Plaza España, Damián Goggi, fue fundamental en este empate, sacó al menos cuatro pelotas que llevaban destino de gol.
Luego de una mañana lluviosa, cerca de la hora del partido salió el sol en 25 de Mayo para ayudar a secar el piso del campo de juego. Habían estado trabajando durante la mañana, aunque si las precipitaciones seguían peligraba el partido. Asimismo el campo estuvo bastante barroso pero aguantó muy bien, porque las precipitaciones habían sido intensas.
Piso blando, para que la pelota corriera ligera, seguro que en la charla previa al partido los técnicos se lo deben haber indicado a sus dirigidos y principalmente a los arqueros. Un buen número de simpatizantes de Once Tigres se hizo presente y tuvieron un buen comportamiento.
En el partido fueron los nuevejulienses quienes tuvieron acercamientos al área de Plaza España, pero no encontraban profundidad al principio por el trabajo de la defensa españolista.
La más certera de Plaza España fue a través del debutante, ex Atlas, Molinari, con un disparo que rechazó el arquero Patricio Torres. Pero un minuto más tarde, Marín realizó una gran jugada para que Molinari anotara la apertura del marcador definiendo con sapiencia y poniéndole una cuota de emoción al partido, porque los Tigrenses sacaron su “garras” y se fueron en busca del empate.
El arquero del equipo de 25 de Mayo, Damián Goggi, pasada la media hora salvó con el pie un disparo que fue ejecutado a dos metros de su humanidad, lo mismo pasó cerca del final cuando quedó frente a frente con un rival. Once Tigres merecía la igualdad. Los primeros 45 se iban de a poco y los españolistas disfrutaban de la diferencia.
