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jueves, octubre 31, 2024

Dos ingenieros «construyeron» la conquista de América

[27 de marzo de 2010] Viajaron 58.000 kilómetros: ayer pasaron por 9 de Julio y hoy regresaron a Buenos Aires. Alina y Martín son los protagonistas de una experiencia más que interesante, que se inició hace 11 meses y finalizó hoy en el mismo lugar que el punto de largada: la ciudad de Buenos Aires, tras recorrer 58.000 kilómetros (los cumplieron hoy en la Ruta Nº 5) por el Continente Americano.

 Alina Longueira y Martín Salleres, en su Peugeot 206.
Alina Longueira y Martín Salleres, en su Peugeot 206.
Martín y Alina, junto a Walter Paganti.
Martín y Alina, junto a Walter Paganti.
En uno de los lugares que visitaron.
En uno de los lugares que visitaron.

Ayer llegaron a 9 de Julio, recibidos por el Ingeniero Walter Paganti y su familia con quienes compartieron anécdotas y detalles. Después de dormir en nuestra ciudad emprendieron el regreso esta mañana, arribando al mediodía a Buenos Aires, agasajados por su familia con un asado y por la noche compartirán un encuentro con sus amigos.

Alina Longueira (17/04/80) y  Martín Salleres (23/02/79) son ingenieros civiles. Se conocieron en la facultad en 1998, compartieron estudios, se hicieron de novios y casaron hace cuatro años. Un día se decidieron en la «loca» aventura de viajar, y casi un año después lograron culminar su sueño, que al transformarse en realidad superó todo lo imaginado.

Recorrieron en su Peugeot 206 Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México, Cuba, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá.

Después de haber madurado el proyecto el 22 de abril de 2009 salieron desde Buenos Aires con un destino no establecido con exactitud. Alina y Martín sabían que, al menos hasta Colombia querían llegar, aunque el viaje los fue llevando  mucho más lejos, rumbo a lo desconocido.

En marzo del año 2007 por primera vez pensamos en recorrer América, pero parecía imposible. Hasta que en 2009 se lanzaron por el continente. Martín explicó que no tenían como costumbre realizar grandes viajes como este, sino que lo hacían como turismo para las vacaciones, «pero nunca más de 15 días».

Es por eso que Salleres señaló que «lo que aprendimos en este viaje es que una cosa es viajar como turistas y otra es ser viajeros». Viajaron sin un lugar ni un destino fijo, «nunca sabíamos dónde íbamos a dormir» señaló Alina, aclarando que si bien tenían un itinerario de los países, a medida que iban en viaje observaban los mapas en detalle.

El tema de los recursos fue algo fundamental para los viajeros, que se organizaron de una manera muy ordenada. Al no haber viajado nunca, no sabían cuánto dinero iban a necesitar en otros países. Para pasar de Colombia a Panamá tenían que embarcar, fue al llegar que se decidieron seguir hacia el norte.

Tenían una fecha estimativa de regreso para las fiestas. Pero a medida que pasaban los kilómetros y las ganas fueron aumentando. «No queríamos perdernos nada», comentó Alina encantada al llegar a México

A su vez, Martín reconoció que la gente que conocieron «jugó un papel importantísimo» y que «recién en Colombia empezamos a vivir a la gente, porque allá la gente es mucho más abierta: se nos acercaban a prerguntar qué hacíamos y de dónde veníamos».

Alina explicó que cuando fueron reconocidos como argentinos por la bandera pintada en su auto, la gente se les acercaba a preguntarle cosas de Argentina. Martín se mostró sorprendido porque «todos querían ser parte del viaje».

«Lo más difícil para viajar no es el dinero. Uno puede tener mucha plata pero piensa que no puede hacerlo por sus obligaciones, nadie está obligado a nada», afirma Alina.

Entre otras cuestiones, se sintieron sorprendidos en caminos de montaña en Perú por el manejo que consideraron «mucho más agresivo», por parte de camioneros. Fue uno de los factores que tuvieron que sortear en un viaje sin mayores inconvenientes.

No fueron a Estados Unidos (no tenían hecha la visa). Decidieron dedicar el tiempo y la plata, conociendo más tiempo México que les gustó mucho, en una recorrida por distintos sectores. Quedaron atrapados por las playas del Caribe, «sin gastar plata, porque conseguimos hoteles más baratos que los que se consiguen acá».

En algunas oportunidades durmieron en hoteles, en otras en campings y también los recibieron en casas de familia, algo que antes de salir les parecía imposible por el hecho de pensar de antemano no ir a casas de gente desconocida. Aclararon que para viajar no necesitaron «salir con la caja fuerte» y que «por el camino la gente te va ayudando». Ellos viajaron directamente, pero conocieron a otros viajeros que en el camino generaban recursos para seguir su camino: unos que viajan dos años y medio en una Estanciera (modelo ’70, de Bahía Blanca) y otros viajando en un Renault Break.

El Ingenerio Walter Paganti nos comentó, en la entrevista realizada en su casa, que conoció a los viajeros por internet. «Encontré la página de ellos, le envié un e mail a Martín, me contestó y pegamos onda con los chicos: yo preparando mi viaje (a Alaska) y ellos viajando».

Extrañaron mucho a sus seres queridos y a la Argentina en general. Antes de ir a Buenos Aires se encontraron con la familia de Alina en Bariloche y previa escala en la casa de Walter, «el seguidor Nº 1 al que queríamos conocer», se dirigieron al destino final.

El viaje les permitió crecer como pareja, compartiendo las 24 horas de todos los días. La muy buena relación que tienen lo hizo posible. En México los atendieron por demás, y es por eso que en algún momento sintieron la necesidad de tomarse un tiempo para estar solos.

Luego de regresar a casa, el lunes empiezan las entrevistas para reinsertarse laboralmente a los que tuvieron que renunciar cuando decidieron emprender el recorrido. Tienen muchas posibilidades de reanudar la tarea que venían haciendo y son optimistas en que no tendrán inconvenientes.

Pueden cambiar los protagonistas de la historia, los lugares, los medios en que se trasladan pero la aventura puede resultar muy similar o encontrar puntos en común en miles de kilómetros recorridos. Quienes quieran conocer más detalles de esta historia de Martín y Alina pueden ingresar a americabienalsur.com.ar (con diario de viaje incluido) y seguir viajando…

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