* Lleva 66 años ininterrumpidos en la radioafición. Siendo aún adolescente se acercó a una disciplina que lo ha acompañado durante toda su vida.
* Siendo adolescente, cursó estudios específicos, obteniendo el título de técnico en radio.
* Como transportista también marcó una trayectoria en la actividad, por espacios de más de dos décadas.
* Es uno de los pioneros en el rubro de las comunicaciones en 9 de Julio.
* Desde la radio contribuyó a darle un impulso importante a automovilismo deportivo, más aún en tiempos en que era construido el autódromo de 9 de Julio.
* Fue uno de los fundadores del Radio Club 9 de Julio y ha dado a la institución un vital impulso, propiciando la construcción de la nueva sede.
* Incansable viajero, ha recorrido buena parte del país y del exterior, especialmente aquellos lugares relacionado con la vida de los nativos y su cultura.
* Simpre preocupado por profundizar y renovar conocimientos acerca de la radioafición, ha asistido a importantes exposiciones temáticas realizadas en los Estados Unidos.
A fines del mes de abril último, don Alejandro Navone, uno de los fundadores del Radio Club de 9 de Julio ha cumplido 66 años como radioaficionado. En esta afición lleva trazada una larga trayectoria que lo convierte en el radioaficionado más antiguo en el Partido de 9 de Julio.
Nacido en la ciudad de 9 de Julio, sus padres, Alejandro Navone e Isolina Del Fabro, provenían de dos familias tradicionales y de raigambre en la sociedad nuevejuliense.
Sus primeros estudios los realizó en la Escuela Nº 3, donde recibió la enseñanza de maestras muy conocidas entonces por su formación profesional, las señoritas De la Plaza, Malpere y De Simoni. Finalizado el ciclo primario prosiguió en el Colegio Cavallari hasta alrededor de 1947 en que culminó el bachillerato. En esa época, los estudios secundarios se cursaban en el Colegio Cavallari pero los exámenes eran rendidos en el Colegio Nacional de la ciudad de Pehuajó.
Mientras cursaba la formación secundaria se dispuso a realizar estudios en el campo de la radio, lo que con el tiempo se hubo convertido en una de las aficiones de su vida, heredada sin dudas de uno de sus tíos, Aurelio Navone, el menor de los hermanos de su padre.
RADIOAFICIONADO, UNA LARGA TRAYECTORIA
Progresivamente, desde muy joven, comenzó a crecer su entusiasmo por la radioafición. Otro de sus tíos, el recordado Antonio Bono fue uno, de entre los primeros, que contó con un equipo experimental para transmisión con el cual podía integrar la “rueda del Oeste”.
En julio de 1946, a poco de concluida la Segunda Guerra, después de rendir un examen, obtuvo la licencia correspondiente como radioaficionado.
“Nosotros –recuerda Alejandro Navone, en una entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO-, en ese tiempo, debíamos aprender como podíamos. Consultábamos algunos libros que circulaban en esa época, sobre esta materia, que eran bastante pocos. Una vez que realizamos un estudio técnico, en base a los conocimientos más elementales, en el Correo rendíamos un examen; una vez cumplida esta instancia, la documentación era elevada a Mercedes, de allí al Correo Central en Buenos Aires y, recién entonces, tal vez un año después, se nos extendía una licencia”.
Hoy en día, la situación es distinta. Gracias a la existencia del Radio Club, tal como lo comenta el entrevistado, «los interesados pueden rendir su examen en esta ciudad, delante de personas que conocen el tema, manteniendo una relación entre quienes van a tomar el examen y quienes lo van a rendir; además, en la actualidad, en cuestión de quince días, la licencia queda habilitada”.
Desde 1962 hasta 1970, Alejandro Navone, en su condición de radioaficionado, prestó servicios en radio para Carburando, referentes a las competencias automovilísticas.
Por entonces, Navone como otros radioaficionados se ocupaba de la fabricación de sus propios equipos. Eran tiempos en los cuales la energía eléctrica era de corriente continua y los aparado distaban un tanto de la tecnología que se dispone en nuestros días.
No fueron pocas las noches dedicadas a la fabricación de los aparatos transmisores y sus demás componente. Un sinnúmero de piezas, conectores y cables entre más recobraban una especie de vida propia en las manos de estos técnicos cuando los integraban en un sistema determinado.
“En esa época –refiere Navone-, había muchas casas, en la ciudad de Buenos Aires, dedicadas a la venta de materiales de comunicación. A ellos les comprábamos las diferentes piezas para armar nuestros equipos. Si bien, el equipo lo comencé a armar cuando rendí el primer examen, me llevó un tiempo terminarlo, hasta que recibí la licencia un año después”.
ALGUNAS ANECDOTAS
Cuando la actriz cinematográfica y cantante Libertad Lamarque se hallaba viviendo en México, como consecuencia de haber tenido que exiliarse. Por entonces, las comunicaciones se encontraban interrumpidas. Cierta vez, de madrugada, Alejandro Navone recibió la comunicación de un mexicano quien le solicitaba un favor especial: junto a él se encontraba la popular actriz quien deseaba informarse acerca del estado de su hija, quien vivía en Buenos Aires. Navone, en consecuencia, se comunicó con la Capital Federal, obtuvo la información y la transmitió a México tal como se lo habían solicitado.
Otra vez, en 1970, encontrándose en Jujuy aguardando a un periodista de “Radio del Plata”, con la finalidad de viajar hacia Tarija (Bolivia). Al querer informarse sobre el horario en que arribaría el vuelo que habría de trasladarlos, le hicieron saber que desconocían la información pues no podían establecer comunicación con Buenos Aires, a pesar de contar con sofisticados aparatos. Enterado de ello, Navone se dirigió a su automóvil y desde el transmisor se comunicó con la red de emergencia –donde se encontraba operando un amigo suyo, Olivieri- y, después de pasarle el código, pudieron establecer frecuencia con la empresa aérea quien les informó los datos que necesitaban sobre el vuelo.
A lo largo de tantos años, Navone, ha contactado con personas de todas partes del mundo. En la década de 1950 llegó a comunicarse con el Papa Pío XII, era radioaficionado, como también lo es el actual rey de España.
“Cuando monseñor Adolfo Tortolo viajó a Roma para entrevistarse con Pío XII, él le solicitó el envío de la tarjeta de comunicación; pero el Papa, en su lugar, optó por enviarme un cuadro con la bendición para la familia y un rosario para mi esposa, justificando la tarjeta de radioaficionado”, rememora.
LA RADIO Y EL TRANSPORTE, DOS RUBROS EN LOS QUE INCURSIONO
En 1948, asociado a Raúl Fernández, abrió un comercio del ramo de la radiofonía, que giró bajo la denominación de “Radiocar”.
En 1955 comenzó su actividad comercial como transportista, conjuntamente con tres socios. Disuelta la sociedad, Navone, prosiguió por propia cuenta hasta 1984.
En 1973 había optado por vender sus dos camiones Mercedes Bens 1114 con acoplado y adquirir un solo camión; a partir de allí, se dispuso a recorrer buena parte del sur del país. Pero ello no le impidió continuar su labor en materia de radio.
Después de 1984 volvió a incursionar en el rubro de las comunicaciones en el plano comercial, empresa que, actualmente, dirige uno de sus hijos.
FUNDADOR DEL RADIO CLUB
Junto con “Beto” Ferrere es, en la actualidad, uno de los fundadores del Radio Club que se mantienen activos. Hacia 1996 Navone ocupó la presidencia de la comisión directiva del Radio Club 9 de Julio, junto a un grupo de hombres entusiastas. En esa ocasión, al asumir, se había fijado un objetivo: lograr la construcción de la sede propia.
Este sueño, gracias al esfuerzo y a la laboriosidad de los miembros de la entidad, no tardó en hacerse realidad. En el 2000 fue inaugurada la nueva sede, un edificio moderno que alberga cómodas instalaciones.
Actualmente es un decidido colaborador de esta institución que es orgullo para la comunidad.
SU FAMILIA
Casado con Clyde Jeanneré, quien le acompaña y alienta en su incesante labor, es padre de tres hijos Cintia, Eva y Luis. Además, son motivo de su alegría de abuelo, sus nietos.
CONOCEDOR DE LA CULTURA INDÍGENA
Alejandro Navone es un amplio conocedor de las temáticas relacionadas con la cultura y el desarrollo de algunas étnicas aborígenes. Ha sido, desde mucho tiempo atrás, un activo lector de cuanto refiere a ello, además de recorrer diversos lugares geográficos.
El tema le atrapa y, al escucharse referir por doquier una basta información oral, puede advertirse la pasión y el interés que demuestra por ello.
UN CONSEJO PARA LOS JOVENES RADIOAFICIONADOS
Al solicitársele un consejo para los más jóvenes, aquellos que desean iniciarse en la radio afición o bien que han comenzado a caminar en este atrapa nte hobby, don Alejandro les aconseja que “no abandonen, que sean perseverantes, progresando en los conocimientos”.
“La radioafición –añade- tiene muchos caracteres que pueden ser aplicados. Hay quienes eligen contactar países, otros que desean reunir tarjetas de comunicación, también están aquellos que escogen participar en concursos; no pocos integran la radio con la computación, aplicando los sistemas digitales; como también están quienes les interesa conversar con personas de otros países. La radioafición tiene muchas facetas, mucha posibilidad que pueden brindarles a los jóvenes”.
PALABRAS FINALES
Es don Alejandro Navone otro ejemplo, de los que pueden ser citados y admirados. Es justiciero reconocer a quienes viven y trascienden a partir de sus obras o del trabajo realizado en las instituciones o en las diferentes facetas de la vida privada.
En Navone también es admirable la perseverancia puesta de manifiesto a través de tantos años, tiempo en el cual –en infinidad de ocasiones- puso a la radioafición al servicio de sus semejantes.