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Nueve de Julio
jueves, noviembre 21, 2024

Federalismo herido de muerte

BARBIERI30* Por Paolo Barbieri.
“La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma Representativa Republicana Federal…” así comienza nuestra Carta Magna. Por el sistema federal lucharon las provincias argentinas por más de 50 años; ni siquiera la sanción de la CN palió las luchas internas, porque quienes continuaron a la presidencia de Urquiza siguieron violando por un tiempo las reglas federales y las autonomías provinciales. Tan aferrado estaba el sentimiento y la idea federal que el gobernador más unitario en los hechos se llamaba así mismo federal, y osaba denostar y perseguir a muerte a quien no se precie de pensar como él, quien era automáticamente tildado de “salvaje Unitario” por más irónico que esto suene.
En la actualidad han variado las formas, ya no tenemos enfrentamientos armados ni se intervienen provincias, salvo en los casos extremos enmarcados en la ley, pero el fondo de la cuestión sigue sin solucionarse. Las provincias tienen autonomía política, pero económicamente hablando dependen pura y exclusivamente del gobierno Nacional. La provincia de Buenos Aires insólitamente se encuentra dependiente del gobierno Nacional. Esto es responsabilidad de todos los gobiernos provinciales y diputados de la provincia que permitieron esta situación extrema y muy alejada de lo normado por la Constitución Nacional.
Hoy la provincia no realiza prácticamente obras sin el aporte arbitrario de la Nación. Lo más grave para localidades como la nuestra es que al no ser relevantes electo- ralmente en comparación con el Conurbano bonaerense, las obras nunca llegan. Máxime cuando nuestro gobierno local es de otro color político, y tampoco ha sabido o querido hacerse oír y respetar.
La situación extrema ha salido a flote estos días con los reiterados cortes en los servicios de luz y agua, pero no es ninguna novedad. Hace años que se conoce que la energía que recibimos está cerca de ser insuficiente, lo cual ha llevado a que no se puedan instalar industrias nuevas en Nueve de Julio, hace años que sufrimos accidentes de amigos, vecinos y conocidos en las rutas retrogradas e inseguras que nos ofrecen la Nación y mucho peor aun las de la provincia, hace años que tenemos problemas con el agua y el arsénico aunque ahora se agrave con la falta de caudal, hace más de dos años que no tenemos Juez de Paz titular, y así podríamos seguir enumerando cuestiones relacionadas con la salud, o con la educación.
Esto demuestra a las claras la discriminación que sufrimos en cuanto a obras y a inversiones se refiere, si basta con decir que la línea que nos provee de energía data del año 1963!
La región a la que pertenecemos provee de alimentos a millones de personas, pagamos impuestos altísimos y aportamos millones de pesos en concepto de retenciones, si todo ese dinero quedara en Nueve de Julio, o al menos un cuarto del mismo, seríamos una ciudad modelo y hasta con Universidades.
Ese era el punto principal en la lucha por el federalismo, no quedar presos de arbitrariedades del poder central, tener autonomía política y económica, tener libertad, y que el pueblo sea dueño de la propia riqueza que construye con su esfuerzo. Que los gobiernos locales y provinciales mantengan la mayoría de las facultades, ya que siempre es más eficiente que las cosas se resuelvan en la cercanía de los problemas.
La Constitución es sabia y otorga muy pocas y específicas facultades al Gobierno Nacional, los usos han deformado esa letra legal, y el tiempo hizo que esos mismos deformados principios parezcan respetables y eternos.
Está en nosotros restaurarlos, son los mismos principios por los que pelearon Urquiza, Sarmiento, antes Dorrego, y Güemes.
Hoy, 160 años después de la gloriosa Constitución de 1853, hemos regresado al unitarismo, las cuestiones todas se deciden en el Poder Ejecutivo Nacional, y sin las arcas nacionales no se puede gobernar ninguna provincia, a excepción de la Ciudad de Buenos Aires, y tal vez San Luis. Los niveles impositivos son de los más altos del mundo, pero los servicios son pésimos. Tal vez sea hora de girar el rumbo iniciado por la ley de coparticipación de 1934 tan contraria al federalismo, y volver a las bases. Ningún municipio puede carecer de servicios esenciales cuando su aporte es tan grande a las arcas estatales como el nuestro, ninguna provincia puede depender de pagar sueldos de un giro del gobierno Nacional, cuando posee tierras de las más ricas del mundo.
Demasiados años han pasado y el rumbo sigue declinándose, es momento de un cambio, de recuperar lo esencial, LA REPÚBLICA y EL FEDERALISMO!.

* El autor es Concejal del PRO.

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