[11 de mayo de 2010] Desde el 15 hasta el 21 de mayo, en la delegación local del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en la calle Libertad Nº 836, se encontrarán expuestas alrededor de treinta obras pictóricas, del artista nuevejuliense Gabriel Gobelli, actualmente radicado en la ciudad de Buenos Aires. La exposición será inaugurada el sábado 15, a las 19:30 horas, y sin duda se tratará de un evento muy emotivo, tanto para el pintor como para sus familiares y amigos, considerando los lazos afectivos que conserva en esta ciudad.
El arquitecto Gabriel Gobelli, dialogó con EL 9 DE JULIO, comentando los alcances de esta, su primera exposición no colectiva, y su vocación por esta dimensión del arte.
Gabriel considera que su acercamiento a la pintura «en algo tiene que ver la profesión, la arquitectura, en la que se utiliza al dibujo como una herramienta».
«Cuando estaba -añadió- cursando en la Facultad, hice un taller de acuarela muy interesante, con un reconocido acuarelista; pero eso después quedó en suspenso. Hace alrededor de cuatro años me surgió la necesidad de contar cosas, estaba necesitando tener alguna cuestión que me produjera placer en forma continua».
Desde entonces, Gabriel Gobelli comenzó a tomar clases junto a la profesora Cora Mayer, una reconocida pintora formada en la Escuela Nacional de Bellas Artes «Prilidiano Pueyrredón» y junto a los maestros Susana Saravia, Carlos Gorriarena, Luis Felipe Noé y Juan Doffo.
Acerca de la temática de sus trabajos, Gabriel comentó: «Mis obras se basan en cosas que a mí me pasan; si bien estoy pintando en forma continua desde hace cuatro años, quien observa las obras pueden optar que abarcan desde que nací».
Uno de sus cuadros, recrea la Panadería «Gobelli» en la década de 1910-1920. Se trata de un acrílico sobre tela, de 1 metro por 70 centímetros; y, sin dudas, es una obra emblemática, de gran valor testimonial.
«Esa -refiere Gabriel sobre la aludida pintura- es la esquina de la panadería de mi familia, que hasta hace algunos años estuvo en manos de mi padre y de mi tío y que ahora la tiene otro familiar. Cuando comencé a pintar recree varias cosas de la panadería; sin duda que la pintura más emblemática es esa, la esquina, realizada a partir de una foto que me acercó mi padre. Si bien yo nunca vi la panadería construida de esa manera, hay algo que se trasmite en mi inconsciente y que ha permitido que sea fácil volcarlo en el cuadro».
Sobre las técnicas que emplea, el entrevistado comentó que suele utilizar «algunos bocetos en papel marcador; al principio también madera, Fibrofácil, con acrílico muy diluido, marcador y mucho lápiz; y últimamente, en acrílico sobre tela».
«Si tuviera que elegir dos soportes más característicos, son el acrílico sobre tela y el acrílico sobre madera; aunque también realizo muchos collages, en vidrio, goma eva o enduído», precisó.
Para Gabriel la pintura en su vida «tiene un sentido absolutamente liberador». «Con ella puedo ir sacando cosas que pienso y que siento; es una mezcla de una cuestión creativa y absolutamente terapéutica», dijo.
LA EXPOSICION EN 9 DE JULIO
Al ser consultado sobre las mociones personales que despierta el hecho de exponer en su propia ciudad, Gabriel manifestó que, la realización de esta muestra , su ciudad, «es absolutamente movilizante».
La temática de la muestra que se realizará en 9 de Julio va a ser diversa. «Por un lado -explicó Gabriel-, soy muy fanático del fútbol, me gusta mucho seguir a Boca Juniors, el club que quiero, entonces hay una serie de cuadros que van a estar basados sobre eso, cuestiones relacionadas con mi amor por ese equipo. Hay otra serie que tiene que ver con cuestiones infantiles, de mi familia, de la panadería, de la relación con mi hermano y autorretratos. Otra parte, tiene que ver con cierto pensamiento, manifestaciones mías acerca de lo que pienso sobre algunos temas en general».
«Si bien nací en 9 de Julio, y estuve viviendo ahí hasta los 17 años en que me vine a estudiar a Buenos Aires, no he tenido una relación continua con la ciudad. En los primeros años viajaba con más frecuencia, después de 1980, pero luego he ido menos, en el orden de una o dos veces por año. Esta muestra me va a permitir encontrarme con muchas personas que no conocen esta faceta mía. Esta posibilidad que me han brindado Irene y Jorge Cardinal, se la agradeceré mucho tiempo», concluyó.