[31 de mayo de 2010] Once Tigres fue por la recuperación ante Quiroga. El último campeón jugó contra el proveniente del ascenso, intentando volver a la victoria.
Pero su comienzo no fue el esperado, porque a los cinco minutos, Villalba quiso salir jugando y perdió la pelota, Quiroga armó una jugada por la derecha de su ataque, la pelota le quedó a Díaz, que se movió hacia el medio, y sacó un remate inatajable para Cacho, abajo y contra un palo.
Sorpresa en el estadio Abel del Fabro, pero Quiroga no se relajó ni especuló; siguió buscando el arco local, y casi encuentra el segundo gol Francisco Hernández, quien desairó a un rival en el área y remató apenas alto. Y Agustín Díaz, de tiro libre, volvió a estar muy cerca, en estos primeros e impulsivos minutos de Quiroga.
Cuando parecía que Once Tigres no tenía respuestas, apareció Vladimir Ascani, que limpió con su habilidad única a dos rivales, contra la línea de fondo, y tiró un centro que a duras penas sacó la defensa. La pelota fue hacia el otro sector de la cancha, y le cayó a Belloso, quien no llegó a definir, algo que sí hizo Ascani en el segundo palo, culminando de este modo la jugada que había comenzado y decretando el empate.
De allí en más el equipo de Rumi emparejó en gran medida las acciones. Emanuel Hernández de un lado y Belloso del otro, ambos de cabeza, estuvieron cerca de aventajar a sus equipos.
Se agotaba el primer tiempo, cuando Perazzo –reemplazante de Daniel González, esta vez suplente- habilitó bien a Ascani, que no pudo definir ante la gran intervención de Rodríguez, que de esta manera comenzaba a ser figura. Luego, el 1 quiroguense ratificaría su momento tapándole en gran forma un cabezazo a quemarropa a Belloso, luego de un centro de Ascani. Tampoco pudo definir esta jugada en el rebote Perazzo, ante una nueva gran intervención del arquero. Se fueron al entretiempo con una supremacía en juego de Once Tigres, que parecía que de seguir así lograría desnivelar el marcador.
Pero al minuto de juego de la segunda etapa, fue Quiroga el que pudo desnivelar, mediante un centro de Albino que no llegó a definir por poco Bruera, ingresado en el entretiempo.
En un partido que nunca dejó de ser intenso y bien jugado de ambas partes, intercambiaban ataque por ataque. Cerca de los 20 minutos, un nuevo error defensivo de Villalba ante el asedio de Francisco Hernández –en muy buen nivel al igual que todo el ataque violeta- terminó con el defensor salvando su arco cerca de la línea.
Rumi hizo ingresar a González, que demostró su capacidad ofensiva en dos ocasiones: primero con un disparo de media distancia que sacó bien Rodríguez, luego con un cabezazo de espaldas al arco, que rozó un palo.
Seguían intercambiandose jugadas, con varios cambios ofensivos de ambos lados, a excepción del de Rumi por Villalba, lesionado.
Uno de los ingresados, Toledo, le ganó las espaldas a sus marcadores y definió cerca. En el otro arco, tras varios desafortunados rebotes para Quiroga, la pelota le quedó servida a Ascani para el gol, y otra vez Rodríguez salvó a puro reflejo. También apareció cuando se lo requirió el arquero tigrense, y lo demostró con una notable triple tapada en un ataque visitante.
En tiempo de descuento, apareció por primera vez San Miguel con una jugada individual, con su sello, en diagonal, finalizándola con un disparo que no llevó demasiada violencia, pero complicó mucho a Rodríguez, que se estiró por última y esforzada vez para dejar a su equipo con un valioso empate. Así se fueron, con Quiroga festejando la igualdad ante el último campeón de la Liga Nuevejuliense, que tuvo más ocasiones, no pudo concretarlas, y ya empieza a preocuparse por sus resultados. Párrafo aparte merece el arbitraje de Rafael, quien cometió varios errores, en un arbitraje errático, pero, por fortuna para él, no fue determinante en el marcador ni en el resultado final.