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viernes, noviembre 22, 2024

Una costumbre que cansa

María D. Apraiz - Concejal UCR
María D. Apraiz – Concejal UCR

A estas alturas ya podemos señalar que constituye un hábito de la oposición el no aprobar la Rendición de Cuentas. No es algo que nos parezca extraño porque sistematicamente, sin analizar ni evaluar la gestión, desaprueban esta instancia, a tal punto que es una situación que ya conocemos de antemano.
La oposición pone en duda la honorabilidad de determinados funcionarios, del Intendente, de las personas que circulan por el Municipio y de los proveedores en función de justificar su desacuerdo con la Rendición de Cuentas.
Este caso fue mucho más lamentable, porque como es de conocimiento público, el año pasado el Intendente tuvo que gobernar con el Presupuesto de 2012, con lo que estos concejales, sin haber estudiado el Presupuesto anterior, ni siquiera lo trataron, en una sesión que duró apenas dos minutos.
Cuestionar hoy una Rendición de Cuentas que tiene mucha importancia, ya que a través de la misma el Municipio muestra que sabe administrarse, que dispone de los recursos pero no los malgasta y que piensa en el futuro sin endeudar la administración para que otros a futuro tengan que pagar después las consecuencias.
Queda claro así que esta administración ejecuta las obras sobre las que se compromete y dentro de los condicionamien- tos que posee, ya que como bien explicó la concejal Marianela López (GEN), que no acompañó esta Rendición de Cuentas, pese a que en 2012 era concejal de nuestro partido y estuvo en la votación del Presupuesto 2013; dice que tenemos un grave problema de dependencia de los recursos que salen desde 9 de Julio pero que se administran desde la Nación y la Provincia, una autonomía muy relativa con respecto a la disposición de este dinero.
Sin estos recursos, y con un Presupuesto ni siquiera tratado, pudimos llevar adelante un año de trabajo, además en un calendario electoral en el que desde la oposición siempre se manifiesta que los recursos se utilizan para hacer política partidaria o clientelismo político. Sin embargo, estos recursos estuvieron disponibles”.
El concejal Mariano Pereda explicó claramente la cuestión de los excedentes indicando que cuando un Municipio, al cierre de su ejercicio, tiene un dinero disponible; si se posee una deuda anterior, consolidada, flotante, lo que trata de hacer es ir disminuyéndola para poder tener al año siguiente mayor capacidad de crédito y encarar distintos compromisos que se deben afrontar.
Esto fue tomado por la oposición como una forma de no cumplir con las demandas de los vecinos; y en este contexto se mintió, se dijo que no se hizo la obra de gas –que se va concretando en tiempo en forma-, que no se ejecutan tareas ambientales y que los residuos se arrojaban en el basural sin hacer una separación; lo que demuestra que se miente sistemáticamente.
Sorprenden los dichos de referentes de la oposición respecto de que los funcionarios y empleados deben ser evaluados por productividad, lo que me hizo recordar a los años 90.
Los ediles del Frente Para la Victoria, que permanentemente hablan de un modelo distinto al menemista pronunciaron estas cuestiones, en una suerte de discurso cortado y pegado para justificar no haber leído la Rendición de Cuentas. Si bien políticamente una Rendición de Cuentas puede aprobarse o no, nada justifica que se mienta sobre algo que a lo largo de estos casi 9 años se ha hecho prolijamente, evitando dejar al sucesor de este gobierno municipal con algo similar a lo que encontramos nosotros en 2005, con 40.000 pesos en la caja y deudas cuyo pago se prolongó por más de un ejercicio.
Lo más grave que escuché en la sesión fue lo dicho por alguien que después de haber pasado por muchos cargos del Municipio, habiendo sido concejal, intendente,  legislador provincial y vicepresidente de la Cámara de Diputados, que cerró su alocución con amenazas, llegando a decir que se habían cometido faltas graves y que ya sabían qué hacer al respecto.
Dejar esta sensación permanente de que aquí todo el mundo es un delincuente podríamos asociarla a la cotidiana imagen que algunos observan de sí mismos en el espejo en vez de mirar lo que pasa realmente; aunque ya nos han acostumbrado a crear una sensación de inseguridad de parte de los ciudadanos a todo lo que pasa en el Gobierno.

María Dolores Apraiz
Concejal UCR.-

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