[14 de septiembre de 2009] La tarde de fútbol que parecía ser el marco de una fiesta del domingo, se complicó ayer por la falta de decisión en un arbitraje. El segundo gol de Once Tigres (2 a 1 ante Naón), con una clara mano no advertida en la jugada previa, generó la primera polémica. Durante diez minutos el partido estuvo sin reanudarse desde los 32′ del segundo tiempo. El árbitro Juan Carlos Adriel suspendió un encuentro que podría haber seguido porque no pasó de las protestas.
Desde el Estadio de Once Tigres se generaron diversos comentarios por esta situación. No se sabía si había cobrado el segundo gol del equipo local o si se dejaba en suspenso ese tanto hasta que se decida reanudar el juego. En la planilla entregada en la Liga Nuevejuliense, el resultado que se consigna es de 2 a 1 para el puntero del campeonato. Faltaban 13 minutos por jugarse y ahora deberá expedirse el Tribunal de Penas.
La gran mayoría del público seguía las idas y venidas surgidas en el campo de juego. Un grupo minúsculo de simpatizantes de Naón reaccionó moviendo el alambrado, sin que la situación pasara a mayores.
No hubo final, porque todo quedó en suspenso. No hubo festejos de Once Tigres porque, hasta que no se resuelva la continuidad del encuentro, Agustín Alvarez (ayer ganó 1 a 0 a San Martín) conserva una mínima chance.
Esta vez el fútbol pasó a segundo plano. El desarrollo del campeonato empezó a complicarse sobre el final con algunos arbitrajes. No se descarta la continuidad del partido (con o sin público). Hasta que no se expida el Tribunal de Penas (faltaban jugarse 13 minutos más el descuento), no debería jugarse la próxima fecha. Si esta situación no se resuelve con rapidez, el calendario puede llegar a retrasarse teniendo en cuenta que al finalizar este certamen debe jugarse el campeonato Interligas.