[14 de septiembre de 2009] En una tarde de vaivenes futbolísticos y anímicos, Agustín Alvarez logró prolongar la definición del campeonato, hasta que el Tribunal de Penas no se expida sobre el partido entre Once Tigres y Naón. Como visitante ante un San Martín que, buscando evitar la promoción, tuvo varias chances claras que no pudo concretar, el equipo de Daniel Márquez se llevó un triunfo agónico, con un hombre menos y un golazo sobre el final.
En el primer tiempo, Agustín Alvarez intentó manejar la pelota y ser el más ofensivo, pero no tuvo la precisión necesaria para desnivelar el marcador. San Martín estuvo firme en las marcas, y como resultado se vio un partido parejo y disputado en todas las líneas, aunque sin profundidad en los ataques.
Sobre los 41’, el equipo de Re dispuso de una clarísima ocasión, en un contraataque muy bien manejado por la delantera que derivó en un preciso pase a “Nino” Rodríguez, cuyo fuerte remate sacó con lo justo un muy bien parado Torres.
En el segundo tiempo, Agustín Alvarez de entrada tuvo la profundidad que no había tenido antes del descanso: a los dos minutos, Rabenna tocó con gran precisión para Bossio, el juvenil encaró al arco, quedando solo ante Maineri, y remató apenas alto.
Como respuesta, sólo dos minutos más tarde, un tiro de esquina para San Martín terminó en un remate desde fuera del área de Ferreira, que sacó Torres muy bien abajo.
Agustín Alvarez sufrió un revés a los ocho minutos, cuando el árbitro Morales expulsó a Facundo Márquez. San Martín quiso aprovechar el hombre de más, y en dos ataques llevó riesgo al arco contrario, el último un remate del ingresado Ballejos que el arquero sacó por arriba.
Parecía que Agustín Alvarez debía resignarse a sostener un empate y ya dejar de pensar en el campeonato, pero desde la radio llegaron las noticias del empate de Naón, y con el aliento de su hinchada fue en busca de la victoria, con un hombre menos pero renovados bríos. Sin ideas, pero con mucha voluntad, con Zapatielo y Radiciotti jugando como dos delanteros más, buscó una victoria que le diera una mínima esperanza. Los tiros libres fueron su principal arma, aunque chocaron con la firme defensa local.
San Martín también estaba obligado a ganar, y Re cambió a Bessone por Sanz, con la consigna de tener más llegada al otro arco y aprovechar los espacios dejados atrás por Agustín. El jugador más peligroso, “Nino” Rodríguez, casi logra la ansiada concreción cuando tras una serie de rebotes a la salida de un tiro de esquina, remató a centímetros del palo.
Sobre el final, ambos equipos se fueron con todo en busca del arco contrario. Delamer se lo perdió de cabeza bajo el arco, y del otro lado Rodríguez tampoco pudo cabecear al gol un gran pase de Ballejos.
A pesar de los esfuerzo, se iba el partido en cero para los dos, pero a los 41’, Delamer se vistió de héroe: hizo una jugada de goleador nato, dominando una pelota dentro del área con gran categoría, y tocando por sobre Maineri, para poner el gol de la locura para su equipo y la hinchada roja que se había acercado en buen número.
Tan sólo segundos después, llegaban noticias de que Once Tigres pasaba a ganar. Y sobre el final se iría Bossio, expulsado. Ya estaba todo definido, parecía. Sólo quedaba para Agustín Alvarez el consuelo de haber cumplido. Pero después se supo que todavía no había nada definido. Así terminó la tarde en el Santiago Noe Baztarrica: con un equipo local cabizbajo, que sabe que es muy difícil que se salve de la promoción, y otro aún aferrado a una mínima esperanza.