[23 de julio de 2010] La Asociación «La Niña Pueblo Rural» y un equipo organizativo formado por Laura García, Ricardo gallo Llorente, Jorge Pérez y otros artistas, ha organizado una interesante propuesta de arte abierta a toda la comunidad. Se trata de los “Encuentros del uso del huso y del trompo”, un espacio donde se podrá experimentar con la lana y, por medio del juego, acercarse al trabajo con las manos, favoreciendo la expresión personal y la creación colectiva.
La primera jornada de estos “Encuentros del uso del huso y del trompo” tendrá lugar mañana, sábado 24 de julio, desde las 14:30 hasta las 18:30 horas, en la Estancia “La Catita”, ubicado en la localidad de La Niña. Violeta Cincioni, artista plástica y profesora de Arte, quien obtuvo el reconocimiento de este proyecto en el Fondo Nacional de las Artes, será la coordinadora del encuentro.
En diálogo con EL 9 DE JULIO, Laura García, integrante de la Asociación «La Niña Pueblo Rural», explicó que «tanto desde la Asociación como desde el movimiento ‘Pueblos que Laten’, hace tiempo que se viene trabajando en la problemática de los pueblos rurales, buscando nuevas formas de reinsertar las comunidades en el territorio y redescubrir su sentido como pueblo”.
“Entre –añadió- los objetivos de esta tarea se incluye la recuperación de los saberes productivos locales. En esa búsqueda creemos que el arte nos ofrece una mirada integradora, nos permite acercarnos a esta realidad desde una perspectiva distinta».
De acuerdo a lo comentado por Laura, con este evento se busca “la recuperación del proceso artesanal de la lana».
«Desde el arte buscamos construir colectivamente todos esos saberes, que muchas veces se transmiten dentro de la propia familia», refirió Laura, quien al mismo tiempo anticipó que «posteriormente se buscará formar un grupo de trabajo, con personas que puedan hilar o tejer».
UNA INVITACION A CREAR
Violeta Cincioni nació en Buenos Aires en 1976, es Profesora de Pintura, egresada de la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.
Desarrolla actividades como artista plástica y docente. Su obra incorpora prácticas en diferentes disciplinas, aborda el trabajo colectivo y experimental, dejando que se desdibujen los límites.
Ha asistido a seminarios y talleres sobre arte contemporáneo, prácticas experimentales y animación. Algunos de sus formadores fueron Héctor Maranesi, Rodolfo Saenz Valiente, Juan Carlos Romero, Belén Gache, Alicia Romero y Marcelo Giménez.
«En la búsqueda –manifestó Violetas a EL 9 DE JULIO- de experimentar lúdicamente con los materiales, llegué primero a descubrir que un juguete podía ser una herramienta, que el trompo y el huso son elementos que tienen la misma forma y se mueven de la misma manera”.
“Con ese pequeño descubrimiento me acerqué, hace varios años, al aprendizaje del hilado. Para aprender a hilar fui a Tucumán y, a partir de allí, desarrollé estas ideas, entendiendo la obra de arte como algo vivo, de encuentro, que posee una carga emotiva y de experiencia muy intensa», expresó Cincioni.
Con referencia a la propuesta, Violeta destacó que «la lana, en este caso, nos permite construir muchísimas cosas; así pues, la obra que se realizará en estos encuentros va a ser de construcción colectiva, ya que vamos a utilizar papeles y telas para dibujar con los trompos”
“Vamos a encontrar la posibilidad, que tenemos todos los seres humanos, de ser creativos, pudiendo utilizar estos elementos, estando conectado con un hacer manual”, dijo Violeta, quien invitó a la comunidad a acercarse a “La Catita” para vivir “una tarde, en la que se compartirá una merienda, una tarde relajada en la cual todo el juego que se realicen nos vayan acercando a esto materiales, a estas herramientas”.
La Estancia “La Catita” se encuentra ubicada en la localidad de La Niña. Para llegar se debe ir por la Ruta Nº 5, hasta el kilómetro 281 donde se encuentra el Camino Fantasma. Por el Camino Fantasma hay que ir, en sentido hacia La Niña, unos 18 kilómetros, hasta el pequeño santuario al Gauchito Gil que está en la entrada a la Estancia. Solamente hay que abrir la tranquera y pasar, para disfrutar de una tarde distinta.