Con música, músicos, poetas, circo, danza, vecinos de cerca y vecinas de otros barrios el Teatro Comunitario Cruzavías festejo sus 10 años de camino.
Se abrió la jornada con una hermosa ceremonia-ritual acorde a nuestra tierra y nuestra historia.
Celebrando lo construido, compartiendo los sueños de todos los presentes, quemándolos en un gran fuego y recordando fuertemente a nuestra compañeros María Tabbita y Michi Michelli.
Van las palabras de apertura de nuestra compañera Mariana Martínez, que pudo sintetizar maravillosamente los sentires CRUZAVÍAS.Queridos amigos:Cumplimos diez años…diez años de encuentro y desencuentro, de magia y celebración, de sueños compartidos, de pensarnos y repensarnos, de deconstruir haceres y decires y pensares que la civilización occidental nos impone sin dejarnos lugar para el asombro y la crítica.Ser cruzavía es un símbolo de identidad muy poderoso, es ser semilla de resistencia, en una época en la que resistir es la mas utópica de las experiencias.Ser cruzavía es reinventarnos también los modos de celebrar y los rituales que nos empujan al abrazo.Tantos ritos y símbolos heredamos del viejo mundo, sin cuestionar, que es hora de que nos conectemos con el sentir, con el tamborcito del pecho, ese que tanto escuchaban los pueblos originarios.Para el antiguo calendario maya hoy nos abraza la energía Ajmaq: una energía para la introspección; que nos muestra las dualidades de luz y sombra; vida y muerte; que nos reconecta con el mundo de nuestros muertos y de nuestros antepasados.Para nosotros, queridos cruzas, fue un año intenso, y no creo q sea casual q hayamos elegido como día de festejo el día de la energía Ajmaq. Maru y el Michi están acá.. Entre nosotros..en lo que deseaban y en lo que amaban..en Serena..en el fuego…en los pibes..en el barrio..en la celebración.. En nuestro abrazo caracol.Maru y el Michi son el símbolo de nuestras dudas y temores, de nuestros anhelos mas profundos, del compartir intenso.Dicen también que a la energía Ajmaq la acompañan dos animales de poder: la abeja y el búho.Y les propongo esto: pensemos en el búho como ese conectarnos y sentirnos cómodos con nuestras propias sombras, como el que nos hace ver detrás de las máscaras y nos permite cambiar de forma.Ahora sintamos que somos abejas, esos seres femeninos que nos reconectan con la energía femenina del guerrero y que ayudan a los espíritus aferrados a la tierra a seguir viaje en busca de lugar apropiado.Que esta noche tan especial la magia de celebrar una nuestras luces y sombras, nos descubra los ojos y nos suelte las máscaras de las apariencias.Que el fuego nos queme los miedos y nos llene de antorchas y canciones de chispas.Que el corazón nos lata parejito en el círculo del abrazo.Y que todos los corazones que latieron en el abrazo cruza..nunca sean olvidados.
(Prensa Cruzavías)