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jueves, octubre 31, 2024

Cuando la ilusión se hace realidad

Un día, de esto hace ya casi seis años, Guillermito que entonces contaba con cuatro años, imprevistamente se quedó sin movilidad en sus extremidades inferiores. En un instante, sin aviso, el futuro del niño pareció querer retirarse y darle paso a la desesperanza y el dolor.

GUILLERMITO
Pero cierto es que muchas veces a los problemas que la vida nos enfrenta, Dios nos da herramientas para luchar y no bajar los brazos. Así lo entendieron sus padres, que no perdieron un instante y debieron trasladarse con el niño en búsqueda de una solución que parecía un imposible viendo el caso.
Fe, temple, coraje, amor, fueron las herramientas que Dios brindó a esta familia, que aceptó el mayor desafío de sus vidas, y con firmeza y convicción comenzaron sin perder un  instante a cumplir con un tratamiento lejos de nuestra ciudad, con la ilusión que Guillermito volviera a tener esa movilidad que se había retirado sin dar aviso.
Pasaron casi seis años, y la Copa Sanmartiniana de Fútbol, que organiza el Club San Martín de nuestra ciudad, fue motivo de algo maravilloso, de una actitud de vida que ojalá sea imitada por la belleza de su acción.
Se disputaba uno de los encuentros programados en categoría 2004, enfrentándose los equipos de San Martín y Rivada via de Lincoln. Termina el primer tiempo, y cuando los pequeños ingresan para reanudar el juego, un niño que va a ocupar el puesto de arquero, lo hace con lentitud y caminar dificultoso.
Es Guillermito.
Coraje, personalidad y valentía, son las herramientas con que cuenta el niño para enfrentar el reto del destino. En los camarines habían quedado las valvas que utiliza a diario, y que las reemplazó con seguridad y confianza.
Fue un hermoso sueño que se hizo realidad. En el campo de juego, los niños juegan, se divierten, TODOS, sin excepción. Detrás del alambre, los allí presente, disfrutaron de ver y comprobar QUE TODO SE PUEDE, QUE TODO ES POSIBLE.
Hubo ojos rojizos, lágrimas contenidas, y una emoción muy grande que embargó a todos  los presentes. Gracias al Club San Martín por este gesto de humanidad y por haber confiado y darle la posibilidada quien tanto la merece.
Gracias a los padres del niño, por haber sostenido una lucha que no estaba en sus planes y vencerla.
Gracias Guillermito, porque has dado una lección de vida, que ojalá sea bandera para quienes muchas veces no se animan a dar las posibilidades que muchos reclaman sin ser oídos

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