El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, admitió hoy que será «bastante difícil» que la devaluación que se produzca en los próximos días como consecuencia de la apertura del cepo cambiario no se traslade el precio de los combustibles, aunque anticipó que buscarán que no aumenten en los primeros meses.
«Lo que vamos a hacer es que el impacto de la devaluación no se traslade totalmente al precio de los combustibles. Que no se traslade va a ser bastante difícil, porque si no se desfinanciarían las provincias», afirmó.
En declaraciones a radio Latina, el funcionario adelantó que intentarán «consensuar con los actores económicos» para que «en los primeros meses, aproximadamente tres meses, no aumenten», aunque no garantizó que eso suceda.
Por otra parte, el ministro confirmó que los primeros aumentos en las tarifas de luz y gas se implementarán durante el primer trimestre del próximo año, aunque evitó dar mayores precisiones.
«Todavía lo estamos evaluando, estamos terminando de definir los esquemas tarifarios. Mi compromiso es que ni bien lo tengamos, lo vamos a informar. Pero calculo que en el primer trimestre del año que empieza eso va a ocurrir, seguramente», afirmó. Y dijo además que se implementará «un esquema por el cual se premie el ahorro energético», y que «todo aquel que pueda reducir su consumo va a tener un incentivo a partir de una reducción tarifaria».
Finalmente, Aranguren también admitió que es «una posibilidad» de que la facturación de los servicios de gas y luz pasen de ser bimestrales, como en la actualidad, a mensuales. «Es una posibilidad que la vamos a discutir con las empresas distribuidoras, para que el usuario tenga una forma más fácil y corta en el tiempo para poder administrar su consumo. Si le llega cada dos meses, y no ahorró lo suficiente, se va a arrepentir. En cambio, si le llega cada mes, y puede generar condiciones para un ahorro, lo puede administrar de una forma mejor», explicó.