Fuerzas especializadas de la Policía de Santa Fe recapturaron hoy en un molino arrocero de la localidad de Cayastá a Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, los dos condenados por el triple crimen de General Rodríguez que permanecían prófugos desde el 27 de diciembre último.
Los fugados cayeron a tan solo 500 metros de donde habían encontrado a Martín Lanatta el sábado pasado. El anuncio fue hecho por el vicegobernador de esa provincia, Carlos Fascendini, minutos después de las 8 de la mañana, en declaraciones a radio del Plata.
«Les doy la primicia: los otros dos están detenidos por la policía de Santa Fe. Los han detenido las tropas de operaciones especiales de la provincia en cercanías de Cayastá, esto es reciente», afirmó el funcionario. En ese sentido, destacó la labor de la Policía provincial y esbozó críticas por lo que describió como «una coordinación no muy organizada» del operativo montado por el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Cristian Lanatta y Víctor Schillaci fueron detenidos por las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía de Santa Fe en un molino arrocero de la localidad de Cayastá. Y serán trasladados al Penal de Ezeiza donde se encuentra Martín Lanatta.
«Los dos hablaban, me decía que si me portaba bien con ellos, no me iba a pasar nada. Los dos estaban armados, tenían armas 9 milímetros. Pero siempre me trataron bien», detalló Franco Martín, el hombre que permaneció cautivo en manos de los delincuentes.
Martín contó también que Lanatta y Schillaci lo sorprendieron cuando estaba ingresando a su lugar de trabajo, el molino arrocero Spalletti, y si bien afirmó que los reconoció «enseguida», dijo que «se hizo el tonto» para no correr riesgos.
«Me di cuenta enseguida, pero me hice siempre el tonto como que no los conocía, que no sabía nada. Y ahí pasó que me llevaron para adentro», dijo.
Según la Policía, tenían un fusil FAL con 20 municiones calibre 7.62 y estaban «abatidos» por el cansancio.
El sábado, la Policía de Santa Fe detuvo a Martín Lanatta y rápidamente se informó oficialmente que los otros dos prófugos también habían sido detenidos, pero con el correr de las horas el Gobierno nacional tuvo que aclarar que todo se debió a una «información falsa», según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
PARTE MÉDICO
En tanto, de acuerdo a los profesionales médicos que los revisaron, Lanatta y Schilaci presentaban alto grado de deshidratación y quemaduras de primer grado, consecuencia de la exposición al sol durante la huida. Ese cuadro de situación había sido adelantado por Martín Franco, encargado de la arrocera Spalletti, que fue quien se encontró con los fugados en el interior de la planta y fue reducido por ellos.
Tenían armas, pero estaban tan cansados que no ofrecieron resistencia cuando al lugar llegó un efectivo de la policía de Cayastá. En ese momento tenían un cuchillo con el que cortaban un pedazo de pan duro que encontraron en un mueble del lugar. Franco comentó que le pidieron agua y comida porque «no daban más».
LANATTA SE NEGÓ A DECLARAR
En tanto, el primero de los recapturados, Martín Lanatta, se negó hoy a declarar ante el fiscal Cristian Citterio, aunque expresó que está «dispuesto a colaborar» en el futuro.
Así lo informó a la prensa el propio funcionario del Ministerio Público tras la audiencia procesal y al salir del penal federal de Ezeiza, hasta donde se trasladó para tomar la indagatoria al hombre recapturado el sábado pasado tras pasar 13 días evadido de la cárcel de General Alvear.
«(Lanatta) manifestó que no iba a declarar y que iba a colaborar en un futuro cercano y no dijo más nada», resumió Citterio sobre el desarrollo de la audiencia, que se realizó en una sala de la cárcel ubicada a la vera de la autopista a Cañuelas, en el partido bonaerense de Ezeiza.
Cuando los periodistas le preguntaron cómo había encontrado de salud a Lanatta, el fiscal respondió: «Está tal cual se lo ve en la foto», en referencia a la imagen que se difundió tras ser capturado, el sábado, en la localidad santafesina de Cayastá