La Gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, abrió el 144° período de sesiones ordinarias de la Legislatura con un durísimo discurso sobre la “herencia” económica de su antecesor, Daniel Scioli, y anunció una serie de reformas estructurales para que la administración provincial “esté a la altura de los desafíos del siglo XXI”, según definió.
En un discurso de 45 minutos, la mandataria provincial calificó a su gestión como una “etapa de esperanza” y apeló al “trabajo conjunto” con la Legislatura para “lograr los consensos necesarios para gobernar”. Y pese a asegurar que “no es un tiempo de revancha” y que “no vamos a superar nuestros problemas buscando culpables”, lanzó durísimos cuestionamientos a la gestión de Scioli y prometió “terminar con años y años de atraso en la Provincia y empezar a ponerla de pie”.
“Tenemos que lograr un Estado moderno que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI. Un Estado que deje de emparchar de manera mediocre los problemas de todos los días y que pueda planificar, invertir y generar oportunidades para las personas”, aseguró la Gobernadora.
En esa línea, Vidal anunció cuatro reformas estructurales para su administración, muchas de las cuales, dijo, deberán pasar por la Legislatura: la reforma administrativa; la reforma política; la reforma policial; y la reforma en el Servicio Penitenciario. También reiteró su pedido para que diputados y senadores acompañen la declaración de la emergencia en Infraestructura para acelerar procesos de licitación de obras públicas: “Estamos para escuchar sus propuestas y que se debata en esta Casa, pero hay obras que no pueden esperar, porque detrás de las obras que no llegan están las necesidades de la gente”, dijo.
En tanto, y en el marco de su pedido de avanzar con la reforma política, anunció la firma de un decreto que obliga a ella y a todos sus ministros a presentar públicamente su declaración jurada. La misma obligación tendrá todo el personal policial y penitenciario con rango superior a subcomisario, una vez que, en los próximos días, el Ministerio de Seguridad publique la resolución correspondiente.
La Gobernadora arribó a la Legislatura pasadas las 18 horas en medio de un estricto operativo de seguridad que involucró a más de cien policías que vallaron los alrededores del parlamento bonaerense. Afuera, sobre Plaza San Martín, medio centenar de militantes del Partido Obrero encabezados por el diputado Guillermo Kane se movilizaron para repudiar su presencia.
Ante la presencia de todo su gabinete, de legisladores provinciales y nacionales y de buena parte de los intendentes de Cambiemos, Vidal inició su alocución agradeciendo al presidente Mauricio Macri –quien no estuvo presente- “por creer en el valor del equipo”, y por “acompañarnos siempre, especialmente cuando lo hemos necesitado”. Desde los palcos, militantes y dirigentes de Cambiemos acompañaron el discurso con aplausos, mientras que en el recinto diputados camporistas colocaron carteles con las consignas “Macri Buitre” y denuncias sobre “represión policial”.
LA COPARTICIPACIÓN, EN AGENDA
La mandataria bonaerense calificó a la Provincia como un “Estado obsoleto en términos administrativos y con una deuda social enorme”, y sostuvo que “hace décadas que tiene problemas estructurales, económicos y de falta de inversión”.
En ese aspecto, Vidal se quejó por el actual sistema de Coparticipación, al indicar que “tenemos la provincia con la mayor cantidad de habitantes, la que más aporta al PBI y la que recibe mucho menos de lo que le corresponde”. Y si bien destacó que “el decreto que firmó el Presidente la semana pasada empezó a ofrecer soluciones a esto”, advirtió que “esta desigualdad, este reparto injusto que perjudicó a los bonaerenses, viene desde hace más de 20 años”.