Por Héctor José Iaconis.
La obra escultórica de un gran artista Rubén Chiérico el escultor del cual existen, en la ciudad de 9 de Julio, mayor cantidad de monumentos. Le pertenecen, en su autoría, los bustos de Pedro Bonifacio Palacios “Almafuerte” y de Domingo Faustino Sarmiento, colocados en la Plaza “General Belgra no” e inaugurados el 11 de septiembre de 1954; el busto de Juan Bautista Alberdi, ubicado en la vereda de la Escuela Nº 3, también de 1954; el busto del general Manuel Belgrano, en la Plaza homónima, inaugurado en 1956; el Monumento a la Madre, en la misma Plaza, donado por el Club “Almirante Brown” en 1960, entre otros. Por otra parte, al artista lo vinculaba a 9 de Julio un vínculo familiar (estaba casado con una nuevejuliense).
Nacido en Haedo, Provincia de Buenos Aires, en octubre de 1920, desde muy joven se formó en el arte. Junto a su padre, Santiago José Chiérico, también escultor, por citar, realizó la imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, ubicada en el templo que se encuentra calle Curapaligüe 1185, entre Av. Eva Perón y Asamblea, frente a Parque Chacabuco. Esa estatua de 5.30 metros de alto, sobre la cúpula hexagonal que puede observarse imponente desde la Autopista 25 de Mayo.
En un ambiente propicio para la escultura, le es revelada una capacidad que lo acercaría por acción u oposición de concepto, a lo imperativo en su necesidad de expresarse.
Mario Chierico tiende a buscar una síntesis que jerarquice lo elemental de las formas, pero rehuye al propósito si por conseguirlo ha de sacrificar lo esencial, que siempre debe primar sobre lo superfluo. En su propósito no concibe solución sin participación consciente de lo mejor que en el quehacer debe quedar de sí mismo. Esta idea, concepto que procura no necesitar de lo innecesario, lo lleva a su predilección por las formas amplias que se alejan del realismo preciso y minucioso. De tal estilo se vale para obtener la figuración plena de aquello que a la obra le es fundamental.
Luego de complacerse en la realización de varios retratos, una práctica que considera no fácil pero sí muy atrayente, ya se inclina en forma definitiva por las esculturas.
Una obra notable de Mario Chiérico es el bajorrelieve del chasqui, en bronce, que se localiza en el Palacio de Correos y Telecomunicaciones de Buenos Aires, en el barrio de San Nicolás.
Puede decirse que la suya fue una familia de personas vinculadas con el mundo del arte: sus hermanos Ariel Edgardo fue museólogo y arqueólogo; Osiris, escritor, periodista y critico de arte; y Selene, dedicada a la literatura.
Mario Rubén Chiérico fue un gran artista plástico argentino, que falleció el 3 de septiembre de 2008 a los 88 años. Sus obras se encuentran emplazadas en innumerables puntos del país.
LOS BUSTOS DE SARMIENTO Y DE ALMAFUERTE
Los bustos de Domingo F. Sarmiento y Pedro B. Palacios («Almafuerte») emplazados en la Plaza Gral Belgrano frente a la Escuela Nº 1, fueron inaugurados el sábado 11 de setiembre de 1954, ante una numerosa concurrencia en los actos oficiales de ese día.
El Presbítero Alberto Kauffman bendijo los bustos y fueron padrinos del de Sarmiento las educadoras María Amelia Durán de Cavallari y Güerina Monti y el Inspector de Escuelas, Raúl Benencia. Y el busto de «Almafuerte» fue apadrinado por la esposa del escultor Chierico, la ex convecina Angélica Cosmelli y el Intendente Municipal Horacio Italiano. Continuando con el acto, Josefina Yacobino de Viegas, en nombre de la Comisión de Homenaje, entregó las esculturas a la Municipalidad. La señora de Viegas emitió interesantes conceptos sobre las personalidades de Sarmiento y Alma fuerte.
Luego, en el Salón Blanco Municipal continuaron los actos oficiales, con la actuación del Coro de alumnos y ex alumnos de la Escuela Nº 1 dirigidos por la profesora Elba Tatasciore y para cerrar el homenaje a los dos ilustres educadores, el miembro del Instituto Almafuerteano de La Plata Alejandro Isussi, pronunció una conferencia sobre Domingo F. Sarmiento y Pedro B. Palacios («Almafuerte»), destacando con nitidez los perfiles de las figuras que con singular propiedad enfocara.
OTRAS OBRAS DE CHIERICO
Fue de la ciudad de Buenos Aires, un Importante número de obras suyas se encuentran emplazadas en distintos espacios públicos del pais. Además de las citadas, existentes en 9 de Julio, pueden mencionarse: el monumento a Eusebio Marcilla, en Junín; el monumento a Hipólito Yrigoyen, en General Alvear; el monumento de Almafuerte y el busto de don Justo Villegas, para los días del Centenario del Partido de San Justo y el monumento a Emilio Castelar, en Castelar, entre otros.
ASI PENSABA EL ARTISTA
Además de destacarse como escultor, también fue un reconocido escritor. En 1995 publicó «Identiclaves» (Claves de identidad), que tuvo un segundo volumen cinco años más tarde.
Tomados de algunos se sus libros, pueden citarse algunos de sus pensamientos:
*** “Mientras se cumple el orgánico y destructor proceso -principio y fin de nuestra existencia- sin llegar al dominio de la vida que reconocemos árida hasta sus límites, y siempre inacabada, nadie ignora que se nos ofrece a cada quien en su nivel, la oportunidad de proyectar y organizar, afirmar, negar y rectificar el superior emprendimiento, de una personal trayectoria”.
***“Vivir es creer en la vida; es proponer naturalidad a los condicionamientos éticos y morales que la conforman y equilibran. Vivir es aceptar el accionar dinámico que avanza sobre lo eventualmente pasivo de la existencia, un quehacer que estimula sin renunciación, las ansiedades propias de nuestro ser humano”.
*** “De ida o de vuelta, el amor que se da, es una respuesta al amor que se recibe. Fuera de un acuerdo leal de los sentimientos, toda expresión parecida es un juego egoísta estimulado por los sentidos”.
*** “Vivir resultaría ser un oficio mal aprendido si nos faltara humildad, vocación e inteligencia”.
*** “La herramienta en acción sobre la materia es una continuidad de la mano hábil y exigente que ya conoce la respuesta a mandatos tan sensibles como premeditadamente inteligentes”.
*** “Si no se nos considera ausentes de toda presencia, es porque siempre se percibe una presencia de lo que está ausente”.
*** “Cada expresión de nuestra vida espiritual acredita para sí toda la dimensión de su experiencia sensible, una suma que se constituye en la medida de su interioridad. Así en el acto creador, la obra emerge de una temporalidad que supo aunar las inquietudes del último, con todos los instantes que desde su pasado, racional o emotivo, lo agitan y comprometen”.
*** “Desde una percepción natural de los sentidos, vivir es una forma consciente y agradecida por el transitar de cada uno de nuestros días”.
SU VALORACION ARTISTICA
Para Mario Chiérico, el artista era “un hombre capaz de materializar en obras su todo espiritual, entendiendo que para lograrlo traduce a sus inquietudes en forma puramente racionales o en aquellas que responden al juego imperativo de una emoción que se intuye o que es consciente de sí misma.
“En toda manifestación –decía- de auténtico arte queda señalada una representación de la vida que lo nutre, y todos los medios y caminos serán buenos para lograrse en una expresión de eternidad, si se reúnen equilibrados, valores de conceptos y apropiada técnica”.