LA LUZ PULSADA es una técnica innovadora y no traumática que está teniendo un gran impacto en cuanto permite activar la piel en profundidad, estimulando la producción de nuevo colágeno y fibras elásticas mejorando el aspecto general, la textura y la consistencia de la piel. Disminuyendo las arrugas y manchas, otorgando un efecto general de lifting. Otra indicación es para el tratamiento de Rosasea.
LA LUZ PULSADA otorga energía térmica a los estratos más profundos de la piel. Un sistema refrigerante mantiene la piel a la temperatura justa eliminando cualquier daño superficial y sensación de dolor.
Los resultados son visibles después de 2 ó 3 tratamientos y se continúa mejorando durante 6 meses.
Es un tratamiento ambulatorio, el invierno es el momento ideal para realizarlo y el paciente no debe interrumpir su normal actividad laboral y social.
Dra. María E. Gornatti. Dermatóloga