En la jornada de hoy falleció en 9 de Julio a los 59 años Jorge «K.O.» Pastor. La noticia no sólo afectó a su familia y amigos, sino toca muy de cerca al mundo del boxeo nuevejuliense especialment al «Clan Ferrario». Jorge fue muy reconocido como boxeador primero y una vez retirado como jurado y en otras ocasiones como árbitro de los combates realizados en nuestra ciudad.
EL TESTIMONIO EN EL 9 DE JULIO
En la edición del sábado 12 de mayo de 2012 en la sección «Personas Destacadas» se destacaron distintos aspectos de la vida de Jorge Pastor que se resumen a continuación.
Desde muy joven comenzó a practicar el boxeo de la mano de Néstor Ferrario. Ganador del Torneo Nacional de 1981, ese año participó del Campeonato Latinoamericano de Boxeo Amateur, realizado en San Pablo, Brasil.
En el box profesional compitió en Paraguay, en la categoría de Semifondo, peleando por el título Sudamericano.
«Soy un agradecido del boxeo, porque me permitió vivir momentos muy importantes en mi vida, permitiéndome conocer mucha gente y, sobre todo, ‘a la gente’. Desde el momento en que comencé a boxear, el boxeo se transformó en mi vida. Si tuviera la posibilidad de volver a nacer, sin dudarlo, volvería a boxear». Con esas palabras, Jorge Pastor expresaba con claridad su pasión por el box. Tal como lo señalaba Pastor este deporte constituía su vida. Después del amor hacia la familia, ocupaba un lugar gravitante en su mundo.
Nacido en 9 de Julio, el 28 de enero de 1958, en el hogar formado por Luis Héctor Pastor y María Susana Frau, experimentó su despertar deportivo siendo muy joven. Primero, practicó el fútbol, integrando cuadros de los clubes Atlético 9 de Julio y Libertad.
Su cuñado lo invitó a acercarse al boxeo.
Fue precisamente en la esquina de Vedia y Sarmiento, donde hoy funcionan las instalaciones de Diario EL 9 DE JULIO, se encontraba el gimnasio de Néstor Ferrario, el gran entrenador de púgiles nuevejulienses.
«En ese momento –rememora Jorge en una entrevista mantenida con EL 9 DE JULIO- tenía 19 años y me sorprendió ver cómo se llama. En ese momento, Norberto Scandizzo, siempre interesado en fomentar el deporte en esta ciudad, le prestaba a Néstor el salón para que tuviera el gimnasio de box».
De esta manera, de la mano de Néstor Ferrario, Jorge comenzó su entrenamiento. Desde su debut comenzó a ganar en cuadriláteros de diferentes ciudades.
REPRESENTANDO A LA ARGENTINA EN EL CAMPEONATO LATINOAMERICANO
El 16 de abril de 1981, Jorge Pastor se coronó campeón en la categoría de Mediano Pesado, en el Torneo Argentino de la Federación de Box. Este hecho le permitió participar del XXXVI Campeonato Latinoamericano de Boxeo Amateur, realizado en San Pablo, Brasil, a mediados de aquel año.
En esa oportunidad, también había obtenido el campeonato en la categoría Liviano, el boxeador nuevejuliense Roberto Defooz, quien también participó del Campeonato Latinoamericano.
«Sobre la participación -recuerda- en ese Torneo tengo una anécdota. Al principio habían avisado que iba a participar en el mismo; pero, tres o cuatro días antes, me informaron que habían reemplazado por otro boxeador. Recuerdo que en ese momento sentí que vivía una gran desilusión, porque a esa edad uno desea poder mostrarse, mostrar aquello que sabe hacer. Unos días después, un viernes, me había salido una pelea en Bolívar con un invicto, a quien le gane por nocaut; al día siguiente, me informaron que ese mismo domingo debía presentarme en la Federación para pelear en el Torneo Argentino».
En su edición del 20 de abril de 1981, el Diario EL 9 DE JULIO, comentaba aquel acontecimiento trascendental para el boxeo de 9 de Julio, afirmando que « el boxeo amateur nuevejuliense escaló alto en el consenso nacional».
« Por primera vez -prosigue el artículo periodístico de 1981, plasmado en las páginas de EL 9 DE JULIO-, el box nuevejuliense tendrá proyección internacional en la categoría amateur. La misma las llevarán dos muchachos, Jorge Pastor y Roberto Defooz, que tienen capacidad y sentido de la responsabilidad de que se les inviste. Por ello podemos decir que está en buenas manos, y también en buenos puños, porque han demostrado su valor pugilístico».
Tan bueno fue que el desempeño de Jorge Pastor en el Torneo Argentino de la Federación, que en una emisión de Radio Rivadavia, un directivo de esa institución indicó que « había sido el mejor combate de toda la inicial Selección».
Aquella delegación argentina que participó en Brasil estaba formada por nombres destacados del boxeo en ese tiempo: los mendocinos Jorge Lagos, Oscar Flores, Ramón Ramírez y Eduardo Beneven; el cordobés José Cufré y los santafecinos Abel Arnau y Carlos Rorth y Walter Daniel Falconi, quien después pasaría a los Estados Unidos, entre otros.
Jorge aún conserva la camiseta con la que boxeo, representando la República Argentina, en el Campeonato Latinoamericano realizado en Brasil en julio de 1981.
Luego de participar en el Campeonato Latinoamericano de Box Amateur, Jorge Pastor había acrecentado su fama y su nivel notablemente. Si bien, después pudo competir en algunas peleas amateur, le resultaba difícil conseguir sus rivales. En consecuencia, optó por pasar al nivel profesional.
En esa época se peleaba progresivamente, en la medida que se iba ganando, se pasaba de seis hasta diez rounds.
«En ese momento había muchas más competencia que en la actualidad, más boxeadores y, por consiguiente, un mayor nivel. Con esto no pretendo desmerecer el boxeo que se practica en este momento, pero en aquella época al haber más cantidad había mayor calidad en los púgiles», comenta.
En 1983 pidió otra pelea a nivel internacional, junto al destacado boxeador José María Flores Burlón, primer campeón mundial uruguayo. En Paraguay, en la categoría de Semifondo peleó por el título Sudamericano.
En esa oportunidad, Flores Burlón fallaba en su intento de obtener el título sudamericano del peso Medio Pesado al perder con el invicto paraguayo Juan Carlos Giménez Ferreyra en Asunción.
Jorge tenía muy en claro quien era su referente a nivel deportivo: «Mi ídolo –decía- es Néstor Ferrario, el ‘señor deporte’ de 9 de Julio. Quien lo conoce sabe de su capacidad, un artífice del deporte en general, porque en todos los deportes que practicó ha sobresalido».
Por otra parte Jorge no dudaba en destacar a Roberto «Rocky» Defooz, «como al mejor boxeador de 9 de Julio».