Hace unos días las dos mujeres más famosas de Santa Cruz, Cristina y Alicia, no hace falta el apellido todo el mundo sabe a quienes me refiero, se juntaron a cenar. Mientras sus tres empleadas acomodaban la mesa las cuñadas empezaron a sentir fuertes ruidos desde la calle. Era gente, ciudadanos, que protestaban contra ellas ya que en la provincia del Sur los salarios estatales se pagan tarde y en cuotas. No hay aumentos, pese a la alta inflación, los maestros no enseñan, la Gobernadora les ofreció un 3% de incremento salarial y prácticamente no hubo clases en toda la provincia. Los hospitales sólo atienden urgencias y la justicia está paralizada.
Lo que parecía una amable velada se interrumpió abruptamente. La policía lanzó gases lacrimógenos, hirió a algunos manifestantes con balas de goma, hubo palazos, piedras y corridas. El tema tuvo gran relevancia en parte porque Cristina al otro día grabó un video dando su versión y acusando al gobierno de Macri de organizar la protesta y ahogar a la provincia.
Santa Cruz es un feudo. En 1991, hace 25 años, Néstor Kirchner asumió como gobernador por primera vez, estableció la ley de Lemas y la reelección indefinida. Su mujer, Cristina, fue diputada provincial y nacional y senadora nacional. Su hermana Alicia, fue Ministra de Salud provincial y nacional. Su hijo Máximo es actualmente diputado, su sobrina Romina Mercado es fiscal de la provincia y una de las senadoras nacionales es hermana de la mujer de Máximo. Es un caso de nepotismo evidente.
En el humilde cementerio de Rio Gallegos hay una bóveda gigante, desencajada con el entorno y casi irrespetuosa, que alberga los restos de Néstor, el patriarca. Lázaro Baez, de quien Cristina dijo que no era ni socio ni amigo, construyó dicha bóveda. “Cosas vederes que non crederes” le decía el Quijote a Sancho.
Los Kirchner son además inexplicablemente multimillonarios, algo que en el pueblo chico inflama aún más el infierno grande, sobretodo en tiempos de carencias.
Si Macri no hubiera ganado las elecciones la crisis provincial no hubiera estallado porque el Estado Nacional le habría dado todos los fondos necesarios como un barril sin fondo.
El problema es que Macri ganó y la estrategia de Cristina, desde el mismo momento en que asumió y que quedó en evidencia el primer día cuando se negó a asistir a la ceremonia y transferirle los atributos del mando, fue insultarlo, armarle manifestaciones en contra, negarle apoyo parlamentario, en una palabra debilitarlo y desgastarlo con el apoyo de sus alfiles: Hebe de Bonafini, Luis D´Elia y la Cámpora.
Cristina planeaba presentarse como candidata a senadora por Buenos Aires, hoy eso está en duda principalmente desde que Randazzo anunció que se presentará a las Paso. Cualquier decisión que tome ella puede ser peligrosa. Si se presenta y no gana quedará rápidamente relegada a un lugar marginal, lo mismo si no se presenta, ira perdiendo de a poco poder e influencia. Su situación es extremadamente delicada. Cerca de Macri celebran el alivio que llega desde el bando kirchnerista.
Los políticos, como los animales salvajes, cuando se encuentran acorralados toman decisiones que parecen descabelladas o alocadas. Esto es lo que le pasó a CFK con sus inventados zócalos de la TV y sus ataques a periodistas muy profesionales como Santiago del Moro, Alejandro Fantino, Mariana Fabbiani y los Leuco, capturados de pantallas los zócalos trucados que ella atribuyó maliciosamente a dichos programas televisivos. Cristina se victimizó hablando de la Cadena Nacional de la Mentira, cuando la que estaba mintiendo era ella. También aplica el famoso dicho del Quijote, citado anteriormente.
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas ADEPA, hace unos días salió a cuestionar la actitud de Cristina y su falsedad. Volvió a reclamar respeto al rol fundamental que cumple el periodismo y los medios de comunicación en el sistema democrático. Su respeto por los periodistas nunca ha sido mayúsculo, especialmente luego de llegar a la presidencia. En la actualidad no da entrevistas ni conferencias de prensa, sólo se maneja por twitter o videos grabados que sube a las redes sociales.
Por ahora es evidente que algo muere en la Argentina, el Kirchnerismo, como murió el Menemismo y el Duhaldismo. No está nada claro todavía en cambio si algo esta por nacer.
* Por Eduardo Gallo Llorente
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