El concejal Barbieri solicita apoyo ciudadano para Alianza Ciudadana en las próximas elecciones legislativas, asegurando que “…el Gobierno Nacional dice la verdad…”. Pero lo cierto es que en lugar de esa virtud, hay pruebas abundantes de cómo el candidato Macri estafó con premeditación y alevosía a muchos argentinos de buena fe. En el televisado debate del 15/11/15 señaló: “Por qué le mentís a la gente, Daniel? No vamos a devaluar, ni ajustar; no vamos a sacar subsidios; no tenemos previstos tarifazos; no vamos a echar a nadie de su trabajo; ningún trabajador pagará ganancias; el fútbol para todos seguirá; BASTA DE ESTA CAMPAÑA DE MIEDO!!! En que te has convertido Daniel?” Luego lo acusaba: “Ustedes son un peligro!!!, esta gente es mala. Tienen oscuros intereses en perjudicar a todos. Quieren perseguir a los científicos, a los médicos, a los docentes, a los empleados públicos. Cerrar las pymes. Daniel, realmente no cierra!”
Y así, llegó a Presidente, sumando al sufragio de la intensa minoría propia, el de demasiados ciudadanos de clase media que creyeron que la “Revolución de la Alegría” mejoraría sus vidas. Macri violó sin contemplaciones el contrato social que suponen las promesas de campaña. El fraude ideológico es evidente. Hace todo lo contrario a lo que había prometido al pueblo y cumple lo pactado con corporaciones que le apoyaron. Sus decisiones relevantes adolecen de la trasparencia que declama. Protagoniza multimillonarias irregularidades diarias, calladas mediáticamente y silenciadas en la justicia. Convalida “negociados” que exhibe como “conflictos de intereses”, entre las decisiones que adopta y sus ambiciones privadas, la de sus ministros y secretarios. Apela a la sistemática mentira publicitaria; persigue a los críticos, dispone de escuchas ilegales, reprime con violencia, distrae con el show judicial…
Macri, que se presentó como el máximo custodio del republicanismo, el más respetuoso de las formas institucionales, el gran promotor de consensos para “avanzar todos juntos”, a la hora de los actos demuestra con contundencia que hay una gran distancia entre el “relato amarillo”, y la violencia de sus políticas que dañan el buen vivir de las mayorías. Luego de veinte meses de gobierno, el empobrecimiento es del pueblo y el enriquecimiento el de unos pocos ricos que concentran la propiedad de latifundios, de las actividades bancarias y financieras, de la agro exportación y del comercio interior, de la industria que fija precios, de la actividad minera y energética, y de la producción y distribución de noticias e imágenes. Y de corporaciones locales y extranjeras, con la continua suba del endeudamiento externo, junto a fabulosos negocios especulativos.
Cuando el concejal Barbieri expresa: “necesitamos que Cambiemos crezca, para seguir transformando al país”, pretende que los nuevejulienses avalen las próximas políticas de Macri que profundizarán desigualdades sociales y la distribución regresiva de los ingresos, que dificultarán más la vida cotidiana a millones, si no es vencido masivamente en las urnas.
Macri mintió acusando a Scioli de meter miedo, porque anticipaba las penurias que sufriría el pueblo argentino, lo cual resulta lamentablemente cierto. Ahora, para buscar apoyo para los próximos ajustes, tarifazos, recortes de salarios y jubilaciones, aumento de la edad jubilatoria, mayor flexibilización laboral…, el Intendente Barroso recurre a la misma e innoble maniobra antidemocrática de crear fantasmas, advirtiendo públicamente: “no nos dejemos meter miedo; que ahora van a poder hacer lo que no hicieron durante los años anteriores. Debemos perder el miedo”.
Los nuevejulienses tenemos que votar en defensa propia, para frenar los ajustes y tarifazos por venir y recuperar derechos y conquistas
Bloque de Concejales del FpV-PJ
Capriroli-Banchero-Crespo-Delgado-Pianetti