Autofagia, el secreto para prevenir la diabetes
Investigadores argentinos descubrieron que el mecanismo de autofagia (autodigestión), que ocurre en las células encargadas de la secreción de insulina, permite, en ciertos casos, prevenir la diabetes tipo 2 y proteger al organismo de los efectos de una dieta desbalanceada.
Magalí de Diego (Agencia CTyS-UNLaM)- La diabetes es una enfermedad crónica caracterizada por presentar altos niveles de azúcar en sangre. Las células beta, alojadas en el páncreas, juegan un rol protagónico en esta historia ya que sintetizan y segregan la insulina, una hormona que controla los niveles de glucosa en la sangre. Sin ellas, el páncreas no puede producir insulina, lo cual incrementa los niveles de glucosa, ocasionando -a corto o largo plazo- diabetes.
Según la Organización Mundial de la Salud, el número de casos de diabetes en todo el mundo se ha cuadruplicado desde 1990, por lo que 442 millones de adultos tienen diabetes, es decir, una de cada 11 personas. Con medicamentos que estimulen la autofagia y una alimentación saludable, podría prevenirse o tratarse la prediabetes y la diabetes tipo 2.
Mientras la diabetes no este diagnosticada, si se tiene una dieta desbalanceada, las células beta se van dañando constantemente. Como prevención, la doctora María Inés Vaccaro, co-directora del estudio realizado en el Instituto de Bioquímica y Medicina Molecular (IBIMOL, CONICET-UBA), y su equipo de investigación, proponen la autofagia como solución.
La autofagia es el proceso que ejecuta la célula a la hora de eliminar restos que ya no le son de utilidad. Si bien se trata de un mecanismo natural del organismo, que se activa en momentos de estrés tales como falta de nutrientes o variaciones en la temperatura, también puede ser inducido mediante determinados fármacos.
Lo llamativo es que, aunque siempre se pensó que la autofagia era una manera de muerte celular, el estudio de este mecanismo, tanto en diabetes como en pancreatitis, no lo percibe así; sino como una estrategia de defensa de la célula. Es decir que si la célula puede superar el problema mediante este mecanismo, sobrevive.
Al empezar a interesarse por la diabetes, el grupo de investigación percibió que el organismo producía de manera natural una opción para proteger y favorecer el crecimiento de la célula beta: los péptidos intestinales. Además, estas moléculas pueden inducir autofagia, evitando, así, que se genere más daño hasta que se detecte y declare la diabetes.
“Lo que nosotros proponemos son moléculas que, de forma artificial, dan el mismo resultado o impiden que estos péptidos se degraden”, explica la co-directora del estudio, quien puntualiza que decidieron trabajar con un medicamento moderno, que es a la vez una molécula que normalmente se produce en el organismo, conocido como enteroglucagón.