[24 de mayo de 2011] Todos los sábados, treinta niños de entre los cuatro y los doce años, concurran al Comedor “Hakuna Matata”, que por iniciativa de las jóvenes María José Valinoti, Vanesa Vaz- quez y Joselina Rodriguez, funciona en la sede de la Sociedad de Fomento del Barrio Luján. Con una dedicación admirable, la permanente colaboración de la comunidad (puesto que no reciben ningún apoyo oficial), y la reunión de fondos merced a la recolección de cartones y material reciclable, donaciones, y eventos (como por ejemplo la realización de una feria americana el pròximo miércoles 25 de mayo de 10 hs a 16 hs, en la Sociedad de Fomento del Barrio Luján). Cada sábado este espacio solidario refleja que dar amor a través de gestos concretos es posible.
El nombre, en gran medida, viene a significar la filosofía que ha incentivado a quienes tuvieron el feliz impulso de crear este comedor. “Hakuna Matata”, la legendaria frase que Timón y Pumba hicieron famosa en la película El rey león, es una expresión de la lengua africana kiswa- hili, que puede traducirse «no hay problema» o «no te angusties».
En diálogo con Diario EL 9 DE JULIO, Joselina explicó que “la idea de fundar este comedor surgió alrededor de noviembre del año pasado, y para ello se comenzaron a analizar todas las cuestiones que se debían tener en cuenta para iniciar, buscando asesoramiento en otros comedores y sobre las edades de los niños que serían más adecuadas para organizar las actividades”.
“Una vez –añadió- que pudimos conseguir el lugar y que teníamos todo organizado, fuimos a hablar con la inspectora jefe distrital Lucrecia Salomón, quien nos dio una lista de chicos que tenín intenciones de venir. Nosotros fuimos, casa por casa, para conocer a los chicos” “Pusimos un cupo de treinta chicos, el cual enseguida fue cubierto”, dijo Joselina. Al ser consultada acerca de cómo es un día en el Comedor “Hakuna Matata”, Vanesa Vázquez refirió que “la actividad en el comedor arranca alrededor de las 9 horas, cuando se comienza a preparar el desayuno, al principio tratamos de que solamente tomaran todos leche, pero alguno chicos al no estar acostumbrados no la tomaban, entonces decidimos dar la opción de te o mate cocido”.
“Los niños –prosiguió Vanesa- comienzan a llegar a las 10, después de desayunar realizamos algunas actividades recreativas, dibujos, películas, juegos. Después del almuerzo (una vez que se han lavado los dientes, al igual que después del desayuno), tienen otra hora para recreación o bien, quien tiene deseos puede traer para hacer los deberes, pues contamos con la Biblioteca Popular ‘Antonio Aita’, para que ellos puedan leer y consultar”.
“Contamos –comentó María José Valinoti- con un montón de gente comprometida, desde la que se acerca para ayudar en la cocina, como la que viene a ayudarnos a realizar diferentes actividades, para generar un espacio de alegría para esos niños. El que este interesado puede acercarse, las puertas están abiertas a todo aquel que tenga ganas de disfrutar junto a nosotros un sábado distinto, lleno de amor y solidaridad”.
