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sábado, noviembre 23, 2024

Balance 2017

Nota de opinión

Tres hechos marcaron políticamente el año

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* Por Eduardo Gallo Llorente [email protected]

Llegó la hora de hacer un balance de los hechos políticos del corriente año. Desde mi punto de vista hay tres hechos que concitan la atención de la mayoría de los observadores y que ocurrieron todos en el segundo semestre.
El primero, la supuesta desaparición forzada de Santiago Maldonado, hecho que comenzó el 1 de agosto con el corte de la Ruta 40 por parte de los mapuches donde Maldo- nado, el tatuador de 25 de Mayo, fue a expresar su solidaridad con ellos. Luego de casi tres meses se halló el cuerpo y las pericias de los forenses, incluidos los propuestos por la familia, determinaron que había muerto ahogado y no por una bala de la Gen- darmería. Durante esos meses los mapuches en el Sur, los trotskistas y kir- chneristas en la ciudad de Buenos Aires tuvieron en vilo a todo el país con marchas violentas y simultáneamente hicieron un lamentable papel durante meses en las redes sociales preguntando, ¿dónde está Santiago Maldo- nado? Hoy los más prudentes se callan la boca, los más exaltados como su hermano Sergio siguen insistiendo con echarle la culpa a la Gendarmería y al Estado por su muerte, quién sabe con qué fines pero lo sospechamos, buscan una indemnización.
Durante dicho período concurrí a ver dos obras de teatro donde en ambas se reclamó de distinta forma por la aparición con vida de Santiago Maldonado. También algunos docentes se refirieron al tema delante de sus alumnos . Todo esto me pareció un exceso que nadie puede remendar en honor a la verdad.
El segundo hecho importante fue la derrota electoral de Cristina Kirchner y el fortalecimiento político de Macri y Vidal. Esto acentuó la caída del kirchnerismo dentro y fuera del peronismo ya que se redujo el número de legisladores, inten- dentes y gobernadores que se mantienen bajo la pollera de la Sra. ex-presidenta. Es tan grande el rechazo que su figura produce por las posiciones que adopta, por la soberbia que trasmite y por oponerse a cualquier medida del oficialismo sin analizar que es lo bueno o malo para el país. Oponerse por el hecho de oponerse nada más. Siempre recuerdo que no quiso traspasarle los atributos de mando al presidente electo por la mayoría, igual que el ejemplo que nos ha brindado Chile en las últimas elecciones.
El tercer hecho relevante del año fue la discusión de la reforma del reajuste jubilatorio en el Congreso. En dos jornadas para olvidar, nuevamente la izquierda trotskista, aliada a sectores kirchneristas, destrozaron todo en la Plaza de los dos Congresos. Adentro los diputados izquierdistas y kirchneristas, más los pocos que le quedan a Massa, trataban de levantar la sesión con el argumento de la brutal represión por parte de la Gendarmería y de la Policía. El primer día lo lograron, en el segundo, la Policía de la Ciudad, desarmada por orden de una jueza, se defendía de algunos energú- menos violentos que tiraban piedras de diferentes tamaños y por algunos momentos parecía que las fuerzas de seguridad iban a ser sobrepasadas por dichos manifestantes que no eran precisamente jubilados. La Policía sólo contaba con sus cascos y escudos, más gases pimienta y balas de goma. Afortunadamente, en bien de la verdad, la televisión reflejaba todo esto, ya que los diputados opositores hablaban en sus discursos de la brutal represión a los jubilados y la televisión mostraba otra realidad completamente distinta.
Es evidente que sectores de adentro y de afuera del Congreso no querían dejar funcionar a uno de los poderes del estado, querían voltear al gobierno de Macri como al de De la Rua. El Poder Ejecutivo presentó estos días una demanda penal contra 14 diputados de la oposición en su mayoría kirchneristas, incluido Máximo Kirchner, por tratar de obstaculizar el funcionamiento del Congreso. Desde 1928, en que terminó su mandato el radical Marcelo T. de Alvear no hubo ningún presidente que no fuera pero- nista que pudiera completar el mandato para el cual había sido elegido. Si Macri lo logra en el 2019 será un paso importante en nuestro país para la consolidación de la democracia.
Las desafortunadas afirmaciones del ex radical, ahora devenido en kirchnerista, Leopoldo Moreau, justificando la agresión a periodistas, en especial a Julio Bazán de TN por trabajar en ese medio; el abrazo de Felipe Solá con Del Caño más las hipócritas intervenciones de muchos diputados kirchneristas me producían como a muchos televidentes vergüenza ajena por la calidad de los políticos de nuestro país. Al ver esto me parece que en la Argentina no hemos aprendido nada. Hay políticos como el ex presidente Menem que debería estar preso y sin embargo fue homenajeado en el Senado. Lo preocupante de todo esto es que el trotskismo y el kirchnerismo están lanzados a una estrategia anti sistema que es difícil de revertir. Ellos creen y sostienen que Macri puede haber sido elegido democráticamente pero las medidas que toma son completamente ilegitimas entonces hay que apelar a una legitimidad anti-institucional que es el pueblo en la calle. El trotskismo siempre estuvo en esta postura, ahora la ha reavivado y el kirchnerismo y parte del Frente Renovador llegaron a esta postura después de fracasar en las últimas elecciones. Para el gobierno el problema es cómo aislarlos y minimizar el daño. La mayoría de la sociedad está en contra de los violentos y con estos últimos hechos creo que Macri salió fortalecido por los tres hechos a los que me refiero en esta nota y por haber conseguido su objetivo en el parlamento. También por las imágenes televisivas mostrando la violencia fuera y dentro del recinto y lo incoherente de los discursos de los diputados opositores. Monzó con una paciencia casi oriental dijo: vamos a dejarlos hablar, refiriéndose a los diputados opositores. Hablaron todos los que quisieron pero todos repetían el mismo discurso.
Para terminar podríamos decirle a los kirchneristas que refunden su partido, se presenten a elecciones en el 2019 y ganen pero por favor que abandonen el camino de la violencia por el bien de todos. Este fin de año levantaré mi copa por la unión y la paz de todos los argentinos, aunque sepa que es una utopía, es mi mayor deseo.

Eduardo Gallo Llorente
30 de diciembre de 2017

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