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Nueve de Julio
jueves, noviembre 21, 2024

Los restos del fundador de 9 de Julio: entre el enigma y el bochorno

Por Héctor José Iaconis.

La fotografía que ilustra esta página fue tomada en octubre de 1979. Registra uno de los momentos de los actos celebrados en homenaje del general Julio de Vedia, la colocación de una ofrenda floral al pie del busto que se encuentra en hall de la Municipalidad de 9 de Julio.
Hacia 1979, en el marco del Centenario de la Campaña al Desierto, las autoridades municipales del Partido de 9 de Julio lanzaron la ambiciosa empresa de trasladar los restos del fundador de la ciudad cabecera. Los resultados de este intento fueron adversos, echando por tierra las aspiraciones de sus mentores, no sin ponerlos en una situación poco menos que bochornosa.
Desde luego, esta no fue la primera vez que se proyectó un homenaje destacable al fundador de 9 de Julio. Entre 1926, centenario de su natalicio y 1992, centenario de su muerte, en diferentes ocasiones y con actos de magnitudes distintas, la ciudad de 9 de Julio tributó variados homenajes a su fundador, el general Julio de Vedia (1826-1892). Los mismos revelaron, de un modo u otro, el reconocimiento de la sociedad a quien sentara sus bases fundacionales.
Un monumento, obra del notable escultor argentino Luis Perlotti; la imposición de su nombre de una de las avenidas principales de la ciudad y al Hospital Zonal y, sobre todo, la realización de varios actos a lo largo de ocho décadas marcaron un derrotero que, en efecto, sería absolutamente análogo al que otras comunidades ofrendaron a sus fundadores, a no ser por algunas singularidades propias de la idiosincrasia nuevejuliense que bien invitarían a una reflexión.

LA IDEA DE TRAER LOS RESTOS
En 1979, surgió entre algunos vecinos de la ciudad el deseo de sepultar los restos mortales del fundador de 9 de Julio, general Julio de Vedia, en la Catedral de 9 de Julio. El contexto histórico de la época, año en el que conmemoraba con todo brío el centenario de la controvertida Campaña al Desierto lanzada por Roca, hizo que la idea fue, en general, recibida con beneplácito. Las autoridades municipales de entonces se dirigieron a los familiares de Vedia, radicados en la ciudad de Buenos Aires (Emilio de Vedia y Mitre y Carlos Molina y Vedia y sus familias), quienes en principio apoyaron la iniciativa.
A partir de entonces fue elaborado un amplio programa de actos que tendría su finalización el 27 de octubre de 1979 con la entronización de la urna conteniendo los restos de Vedia en un mausoleo construido en la Catedral. Para formar una idea de la envergadura del programa que había sido trazado, cabe consignar que se hablaba de la presencia en la ciudad, para esa ocasión, del presidente de la Nación, Jorge R. Videla.
El 18 de septiembre de 1979, el intendente municipal de 9 de Julio designó oficialmente una “Comisión de Homenaje al General Julio de Vedia”.
Lo cierto es que, aún con todos los esfuerzos realizados, los restos de Julio de Vedia no pudieron ser hallados. Según las fuentes históricas, Vedia se hallaba sepultado en el Cementerio de la Recoleta, en el mausoleo de su yerno, Octavio Molina (ubicado en las sepulturas 5 y 6 del tablón nº 14, sección 13 “A”); pero, al momento de buscarlo, su cadáver no se encontraba allí.
Más tarde, fueron revisados otros sepulcros, de familias ligadas a la del fundador de 9 de Julio, tales como las de los generales Bartolomé y Emilio Mitre y de Felipe Caronti. Al mismo tiempo, la Dirección de Cementerios de Buenos Aires de entonces ordenó una intensa búsqueda en los registros de inhumaciones de 1892 hasta 1901, todo con resultado desfavorable.
Si bien los actos de octubre de 1979 se realizaron, no pudo llevarse a cabo el principal motivo de homenaje, que consistía en su retorno a “su 9 de Julio”.
A pesar de los resultados, no se perdió la esperanza de encontrarlos, y de ello da prueba que, aún cuando los actos de octubre de 1979 había transcurrido, se continuaba invirtiendo dinero en la construcción del mausoleo en las Catedral.
LA BUSQUEDA PROSIGUIÓ
En la edición del 28 de julio de 1980, aparece un artículo breve que dice: “A fin de la semana pasada, el intendente municipal, Antonio J. Garabato, acompañado de los señores Mario de Vedia y Mitre y del escribano Jorge Fauzón, se trasladaron al Cementerio de la Recoleta con el propósito de retomar la búsqueda de los restos del fundador de 9 de Julio, Gral. Julio de Vedia”.
Los intentos que siguieron, para localizar esos restos, fueron infructuosos. Fue el doctor Angel Luis Zappa quien, desde comienzos de la década de 1980 hasta mediados de la década de 1990 procuró investigar el destino de los restos de Julio de Vedia.
Zappa fue, durante muchos años, colaborador de EL 9 DE JULIO, con interesantes artículos relacionados con la Política y la Historia; y, a través de la correspondencia, fue relatando cada paso que efectuaba en la búsqueda aludida. Si bien logró datos muy importante, no logró dilucidar acabadamente este recóndito tema.
Las investigaciones posteriores tampoco han echado luz al respecto. Algunos han sugerido la existencia de un mausoleo de San Isidro; otros, un traslado secreto a un cementerio de El Chaco y, no faltó quien habló de un cementerio en la Provincia de La Pampa. Tampoco estuvieron ausentes quienes ligaron la misteriosa desaparición del cadáver a un antiguo affaire amoroso.
Hasta hoy, el destino final de los restos del fundador de 9 de Julio continúa siendo un enigma.

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