Nota de opinión
Eduardo Gallo Llorente
Leyendo hace unos días una nota de Mempo Giardinelli en Página 12, éste afirmaba que los cuadernos de Centeno probablemente hayan sido escritos por La Nación o la AFI. Podría haber dicho la CIA, la KGB o el Vaticano, total decir o escribir cualquier cosa no está penado en nuestro país donde afortunadamente hay libertad de prensa. También afirmaba que no tienen valor probatorio por ser fotocopias y no originales, pero se olvida que Centeno reconoció haberlos escrito él y que a raíz de esos cuadernos han declarado muchos empresarios del llamado Club de la Obra Pública, ex funcionarios como Uberti, José López, Abal Medina y otros de menor rango, todos han confirmado lo expuesto en los cuadernos. Un ex juez federal, Norberto Oyarbide, afirmó que fue amenazado por el ex presidente Néstor Kirchner por las causas de enriquecimiento ilícito del matrimonio Kirchner.
Por lo que ha trascendido, todas las declaraciones comprometen mucho a CFK y a Julio De Vido. Hay un viejo dicho en derecho que dice: “a confesión de parte, relevo de prueba”. Por eso, los cuadernos o sus fotocopias han perdido importancia frente a las declaraciones de los imputados, dado que en el delito de coimas o cohecho hay dos partes imputadas, el que pide o solicita la coima y el que la entrega o la paga. Los abogados dicen que cuando las presunciones judiciales son “ graves, precisas y concor- dantes “ tienen valor jurídico por eso hay muchos ex-funcionarios inclusive CFK que están en serias dificultades.
Para quienes no conocen a Mempo Giardinelli podríamos decir que es un escritor y pensador de izquierda, habitual colaborador de Página 12 que nació y vive en Resistencia, Chaco. Este señor defiende y victimiza a Milagros Salas, habla de más de 20 presos políticos en este país sin nombrarlos, por lo que supongo se refiere a Julio De Vido, Lázaro Baez, Cristóbal López, etc. en una palabra a Alí Babá y los 40 ladrones. También victimiza a Santiago Maldona do y a Rafael Nahuel y culpa de sus fallecimientos al estado nacional. De Milagro Salas lo único que quiero decir es que estuve hace unos pocos días en la provincia de Jujuy y no encontré un solo jujeño que la defendiera. Un taxista se refirió a ella como la Maradona de la política ya que el poder, el dinero y la efímera fama se le subieron a la cabeza. En las últimas elecciones sacó menos votos que afiliados de su agrupación la Tupac. Le pasó lo mismo que a Alvaro Alsogaray con sus partidos Nueva Fuerza y la Ucedé pero del otro lado del espectro político.
En los últimos días también en la televisión he escuchado declaraciones de Roberto Felletti, Horacio Verbisky y otros kirchneristas. Todos ellos e igualmente CFK durante el debate en el Senado parecían recitar un mismo guión muy bien estudiado, restándole valor probatorio a las fotocopias de los cuadernos y la falta de evidencias firmes en todo este caso. Quizás esperaban ver un recibo firmado por Néstor o Cristina de las coimas recibidas. La soberbia de Cristina quedó demostrada una vez más en el parlamento donde habló por más de 45 minutos a pesar de que la vice presidenta, Gabriela Michetti, le pidió en tres oportunidades que fuera redondeando y terminando su extenso alegato. Criticó duramente al gobierno del presidente Macri, a la prensa hegemónica y trató también de traidores a algunos peronistas. También mostró su arrogancia cuando afirmó “No me voy a arrepentir de nada de lo que hice”
Pensaba que a todos los kirchneristas y principalmente a Cristina le puede pasar como al Papa Francisco en su último viaje a Chile con el tema de los obispos pedó filos. Cuando los periodistas le preguntaban sobre el tema reclamaba pruebas o evidencias de delitos cometidos hace muchos años que como sabemos son difíciles de probar. Solamente la declaración en un mismo sentido y concordantes de muchas víctimas puede probar algunos hechos. Fue tanta la presión que recibió el Papa que se vio obligado a enviar un representante, Charles J. Scicluna, Arzobispo de Malta y experto en el tema a investigar. Este recogió una gran cantidad de testimonios y el Papa tuvo que admitir su equivocación o error y pidió perdón a todos los que habían sufrido estos aberrantes hechos.
Es como si un amigo te dice que tu hermana es prostituta, puede ser que le tenga bronca a ella, a vos, o a los dos, pero si cinco dicen los mismo deberías pensar en creerles. El que quiera entender que entienda el que no…