Ayer viernes 19 se realizó la octava jornada de Mercados Granarios organizada por Agroeducación. Esta ciudad de grandes contrastes, por un lado el núcleo procesador de soja más grande del mundo, más de 20 puertos a lo largo de 50 o 60 km con centro en el Monumento a la Bandera, por donde sale la harina y el aceite de soja hacia todo el mundo e ingresan los dólares que tanto necesitamos para pagar las importaciones a nuestro país. La soja y sus derivados son los principales productos de exportación de la Argentina a pesar de pagar casi un 30% de derechos de exportación. Por otro lado una ciudad tomada por el narcotráfico donde ocurren varios crímenes por semana y una pobreza extrema en sus alrededores que duele y contrasta con las fabulosas torres junto al Rio Paraná en el centro de la ciudad y en Rosario Norte.
Agroeducación organizó en la Bolsa de Comercio de esta ciudad esta jornada con muy buena concurrencia, alrededor de 700 participantes en su mayoría productores, incluso algunos de países vecinos. Disertantes nacionales de alto nivel y de EE.UU., especialistas del mercado granario internacional de firmas corredoras de Chicago, dieron un marco muy interesante a la jornada. Estos disertaron sobre herramientas para mitigar el riesgo de precio y las perspectivas internacionales de los comodities agrícolas mostrando un panorama alentador sobre los mercados. Las perspectivas locales de estos comodi- ties y el agregado de valor a los mismos también fueron analizados.
Otra de las ponencias incluyó el tema de la guerra comercial China-EE.UU. y del diferencial del valor del poroto sudamericano con el mercado norteamericano a raíz de dicha guerra comercial.
El presidente del Rofex, Andrés Ponte, hizo hincapié en la necesidad urgente de que se dicte una nueva ley de semillas para poder avanzar más rápidamente en el progreso genético y lograr mayor producción. Agregó que los productores norteamericanos y brasileños, nuestros principales competidores, compran más del 80% de su semilla de soja todos los años y no siembran su propio grano porque creen en el progreso genético de las nuevas variedades. Esta es una de las causas por las cuales sus promedios de producción son superiores a los de nuestros productores.
Un representante de Bioceres, empresa dedicada a la biotecnología y fundada hace más de 20 años por productores de avanzada, entre ellos Víctor Truco y Gustavo Grobocopatel, disertó sobre los avances de la incorporación de un gen resistente a la sequía en trigo y soja y mostró interesantes fotos de algunos ensayos.
Para terminar habló el economista José Luis Espert que hizo hincapié en la necesidad de un cambio cultural de la sociedad argentina que exija a los políticos no gastar más de lo recaudado, en una palabra, eliminar para siempre el déficit fiscal y apuntar a aumentar la producción y las exportaciones y no fomentar políticas basadas en la sustitución de importaciones. Mostró interesantes gráficos donde se observaba claramente el estancamiento argentino en los últimos 70 años y un poco en broma, un poco en serio, terminó diciendo que se va a dedicar a la política. No sé cuántos lo van a votar porque a los argentinos no nos gusta que nos hablen de hacer sacrificios.