NOTA DE OPINION
La mentira como arma política
Han pasado varias cosas tristes últimamente en nuestro país, hoy trataremos de analizar algunas de ellas. Algunos temas importantes e insoslayables como la misa en Lujan organizada por Hugo y Pablo Moyano, jefes de una de las mafias más poderosas de la Argentina, la del sindicato de camioneros. Estos señores tienen amenazados a todos los argentinos con parar el país ya que si realizan un paro por tiempo indeterminado en 3 o 4 días se paraliza todo dado que no hay distribución de combustible y caudales ni recolección de basura y todo esto probablemente desate un caos general-
Hace unos días el fiscal Sebastián Scalera pidió la detención de Pablo Moyano, por extorsión y vínculos con barras bravas. Los Moyano amenazaron con un paro de camioneros si Pablo era detenido y un Juez de Avellaneda Luis Carsoglio dio una conferencia de prensa para anunciar que no iba a detener a Pablo Moyano. Es evidente que la Justicia y el Poder Ejecutivo le tienen miedo a los Moyano, quienes acumulan ocho causas en distintos fueros, como presuntos miembros de varias asociaciones ilícitas y por otros delitos que van desde el lavado de activos, defraudación, malversación de fondos, evasión impositiva y extorsión.
Desde mi punto de vista es una vergüenza que parte de la jerarquía eclesiástica, entre ellos los Obispos Radrizani y Lugones, bendigan a unos mafiosos y no está demasiado claro si el Papa Francisco estaba al tanto de todo esto o no. Es muy grave que la jerarquía de la iglesia se involucre abiertamente en política y con este tipo de personajes a los que ya hemos calificado.
Por otro lado, el 24 de Octubre se discutía en el Congreso Nacional una ley muy importante como es la aprobación del presupuesto y un grupo de legisladores kichneristas y de la izquierda adentro y afuera del Congreso hicieron todo lo posible para boicotear dicha sesión. Todo esto a pura mentira haciendo uso de falsas noticias y tratando de manipular la realidad como cuando decían que la policía era la que reprimía a pacíficos manifestantes. Estos legisladores se olvidan que hoy en día existe la televisión y todos los argentinos pudimos ver como unos violentos anarquistas, algunos de ellos extranjeros eran los que tiraban piedras contra la policía e intentaban tomar por asalto el Congreso .
Un párrafo especial merece lo que hizo el senador Moreau. En medio de la sesión agitando una foto que mostraba a cámara denunció que en ese momento habían descubierto a un supuesto sargento de la policía de la ciudad, Hector Olivera, infiltrado entre los manifestantes. A continuación gritó que esa foto era la prueba de que el Gobierno estaba detrás de los actos de provocación. Lo hizo con tanta energía y convicción que parecía muy convincente y real y todos, como Moreau, posiblemente hubiéramos exigido que se interrumpiera la sesión. Pero al final resultó ser todo mentira supuestamente preparada por Moreau ya que los organismos de seguridad e inteligencia determinaron que la foto no era de Olivera sino de José Antonio Sabugo un anarquista de 29 años. Moreau no se disculpó cuando se descubrió su engaño sino que siguió su actividad dialéctica como si nada hubiera pasado.
Si se sigue con atención el comportamiento de Cristina y sus partidarios desde que ganó Macri a quien siempre despreció, sus actitudes fueron siempre mezquinas como por ejemplo, en el traspaso del mando presidencial cuando no quiso participar en esa sublime ceremonia republicana. Cada vez que pueden poner palos en la rueda en el Congreso o realizar desmanes en marchas violentas como las de Santiago Maldonado, amparada en mentiras o cualquier clase de artilugios, siempre están buscando la provocación, la violencia, el descrédito del gobierno, etc. La actitud de los diputados de izquierda y kirchneristas en dicha sesión y en la de diciembre del año pasado cuando se trató el tema jubilaciones parecían adolescentes en una asamblea estudiantil tratando de socavar las instituciones sin respetar en ningún momento a la autoridad de dicha cámara, el diputado Monzó, quien tuvo que soportar agresiones verbales, gritos y empujones en una muestra de falta de civismo repugnante. Pudo manejar la situación con gran solvencia y no se dejó amilanar por los desaforados diputados opositores que no querían que el Congreso sesionara porque perdían. No recuerdo que los diputados de Cambiemos hayan tenido una actitud similar cuando eran oposición.
Parece una broma pero muchos dirigentes de Unidad Ciudadana y de la Cámpora siguen sosteniendo que a Santiago Maldonado lo hicieron desparecer los gendarmes en la Patagonia a pesar de que las pericias las firmaron y aceptaron los peritos de parte de la familia Maldonado. Tuve el coraje de ir a ver la película “Los caminos de Santiago” donde en ningún momento se hace referencia a las mentiras de algunos testigos como Matías Santana, el mapuche denunciado por falso testimonio e insistiendo con la teoría de que el cuerpo fue plantado en el rio donde se había rastrillado varias veces.
Es curioso como la ideología lleva a muchos personas a negar la realidad y buscar explicaciones estrambóticas en el caso Maldonado y en otros como en el tema de los “cuadernos de las coimas”. Los argentinos después de 35 años de democracia hemos aprendido poco a vivir en ella y convivir pacificamente. Los anarquistas de hace un siglo eran similares a los de hoy.